Tribuna
La gran depresión
Pedro Regojo Otero*
La gran depresión ocurrida en 1929 y que duró hasta 1939 nos recuerda a la que estamos viviendo tanto en el ámbito sanitario como en el económico.
El evangelio que leímos el último domingo antes del miércoles de ceniza, nos relata la curación de un leproso por el poder de Jesús de Nazareth.
En tiempos de Moisés los leprosos estaban obligados a vivir fuera del campamento y a llevar unas campanillas para que la gente no se acercarse para no contagiarse.
Todo esto que estoy contando viene a cuento para fotografiar nuestra realidad actual.
La coronavirus es el equivalente a la lepra de tiempos pasados y la gran depresión es la ruina económica que estamos viviendo y que nos queda por sufrir, pero quisiera recordar ahora aquel refrán antiguo que dice “no hay mal que por bien no venga”:
La población de muchos animales como el elefante se ha duplicado.
La vacuna Pfizer aparte de curar el COVID 19 detiene la esclerosis múltiple.
La venta de libros se ha duplicado pues la gente tiene más tiempo para leer.
El agujero negro del ozono se ha cerrado y tenemos un planeta más habitable.
Las cosas se complican con los resultados en Cataluña, lo lógico es que se constituya un gobierno separatista, pero yo que he vivido siete años en Cataluña puedo afirmar que la mayoría catalana no es separatista solo llegó a votar poco más del 50% de los que tenían derecho a voto. Estoy seguro que si se hubiese votado una vez pasada la pandemia los resultados serían muy diferentes. Para Cataluña no es ninguna ventaja el separarse y sí muchas ventajas el estar unida a España y a Europa.
España es un gran país, que lo fue y lo es a pesar del gobierno socialista comunista que estamos padeciendo.
No hay mal que cien años dure ya queda menos para las nuevas elecciones generales, lo que tenemos que hacer es no quedarnos en casa, tenemos que ser responsables para no lamentarnos de que se esté legislando y haciendo cosas que no nos gustan como la politización del poder judicial, la nueva ley de la eutanasia o la anulación de la libertad de enseñanza.
Ojalá entrado el verano estemos vacunados la mayoría de los españoles. La vida volverá a una nueva normalidad y el turismo que para nuestro país tiene tanta importancia vuelva a ser el motor fundamental para impulsar nuestra economía tan deteriorada.
Las ayudas a fondo perdido de Europa llegarán a cambio que se gire esta alianza tan perversa socialista comunista.
Europa no está de acuerdo en que los países de la Unión se haga una política de matiz comunista que sabemos todos de su gran fracaso.
Mantener la ilusión, la esperanza es el secreto de un posible cambio.
*Miembro Club 55
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