La muerte de José Álvarez de Paz ha conmovido a todas aquellas personas que gozaron de su amistad y de su gestión política como exparlamentario socialista y exgobernador de Pontevedra. Sus elogios sobre mi persona y trabajo como periodista siempre significó un honor inmerecido pero que yo en todo momento agradecí y me hizo tener en cuenta el valor de la noble gestión política. Su amabilidad siempre destacó en su relación personal con los demás y son muchas las eficaces iniciativas que llevó a cabo en todos los cargos públicos de los que fue principal responsable. Alfonso Guerra fue uno de los compañeros que a primera hora de este miércoles llamó por teléfono a la mujer de José Álvarez para darle sus condolencias.

Ambos recordaron los graves episodios del 23.F acaecidos tras el intento de golpe de Estado por Tejero y sus secuaces. Todos los parlamentarios escondidos en sus escaños mientras que los golpistas amedrentaban con disparos de sus metralletas o proferían amenazas. Varios guardias civiles cerca de los escaños de Guerra, Álvarez o Barón y desde allí a algunos se les oía decir “ya tengo a quienes disparar y llevarlos al infierno”. Sin duda, una de las cuantiosas anécdotas de desventuras o de distinta índole por contar y que yo tuve el placer de oír por boca de José Álvarez.

Que la tierra te sea breve amigo.

Un fuerte abrazo a tu excepcional mujer y amiga mía, Teresina.