Con esto del coronavirus parece que nos encontramos en una película de ficción, pero esta vez somos nosotros los protagonistas. Parece que estamos luchando contra unos zombis invisibles, pero lo cierto es que estamos metidos en una nube de pánico, pues las pandemias son muy dramáticas.

Hace años pensábamos que nos moriríamos por una bomba atómica o un ataque nuclear, más tarde por un diluvio de musulmanes en busca de su Califato Islámico o una guerra cibernética, ahora son los virus disfrazados de gripe los que nos quieren eliminar.

Lo más curioso es que este virus es apolítico, pudiéramos decir más justo que la justicia, pues no reconoce a nadie. Ante este virus conocido como Coronavirus (Covid-19) todos somos iguales. El ejemplo lo tenemos en las ministras de Igualdad y Política Territorial, pues también han sido contagiadas.

Este virus atraviesa fronteras por tierra, mar, aire y no es obstaculizado por la ideología, coaliciones, economía y mociones de censura.

De momento este virus está mejorando la Caja de las Pensiones y aumentando la compra de papel higiénico.