Desde hace nueve años se venían celebrando en Baiona, durante los meses de julio y agosto, un ciclo de conferencias excelentes, por el prestigio de los ponentes y por lo atractivo de los temas elegidos. Un regalo cultural, abierto a todo el que quisiese asistir, un gran prestigio para Baiona, un sueño roto porque nos gustaría que perduraran en el tiempo y pasasen a convertirse en una seña de identidad diferenciadora de este hermoso municipio. Pero no será así. Nos lo confirmaba desconsolado y triste el protagonista principal de esta historia, Antonio Piñero, catedrático emérito de la Universidad Complutense de Madrid, que altruistamente se venía entregando en cuerpo y alma al prestigio y éxito de este proyecto; un gaditano enamorado de Baiona, donde vive, estudia, escribe y disfruta de la navegación a vela.

Con el programa de este verano totalmente cerrado con los ponentes, la nueva corporación municipal del Ayuntamiento de Baiona consideró, en primera instancia, que las 9 conferencias iniciales tendrían que rebajarse a cuatro, alegando razones económicas y la escasa asistencia de personas del municipio. Ante la imposibilidad de descartar por Antonio Piñero aleatoriamente a parte de los conferenciantes, la nueva corporación ha tomado la decisión de suspender totalmente las conferencias. Nos sentimos apenados, por la pérdida de este activo cultural y porque entendemos que el papel del municipio debe ser fundamental en el desarrollo cultural, para promover el progreso de su territorio.

De una visita que realicé a Sicilia siempre recuerdo el impresionante teatro griego de Taormina, por la belleza y armonía de su construcción, por el entorno que lo rodea, pero lo que más me impresionó fue reflexionar sobre la vida cultura que allí se desarrollaba hace 2.500 años.

Recientemente, he visitado el castro Pedra Moura, uno de los yacimientos prehistóricos más importantes de Gondomar. La maleza apenas deja ver sus construcciones castrexas de la Edad de Bronce, hace unos 4.000 años. Seguramente el concejal de cultura del municipio tampoco dispondrá de medios para poner en valor un patrimonio tan importante. Qué pena que a la cultura se le preste tan poca atención y que el apoyo y aplicación de las inversiones siempre estén condicionadas por el interés de lo que resulte más rentables.

Estimado Antonio Piñero, queremos agradecerte el esfuerzo que generosamente has hecho durante los últimos años, en beneficio de tan bella causa. Recibe nuestro cordial reconocimiento.