El Sahara se ha convertido en un inmenso laberinto para miles de migrantes irregulares que, abandonados por las mafias de traficantes de personas, vagan desorientados entre sus dunas. Cerca de 20.000 subsaharianos perdidos han sido rescatados por la Organización Internacional de las Migraciones (OIM, vinculada a la ONU) desde que en 2016 iniciara sus operaciones en la zona.

Uno de los últimos episodios se produjo el pasado día 15 cuando fueron halladas en el desierto del Teneré, subsector del Sahara localizado en Níger, 406 personas -entre ellas siete mujeres y cuatro niños- "vagando desorientadas por la arena bajo el sol y sin agua", según explicó un responsable de la OIM en Túnez.

No solo las mafias son responsables de la condición errante a la que se ven abocadas decenas de miles de personas. También lo es Argelia. Cada año, el país magrebí detiene a varios miles de migrantes irregulares, los introduce en camiones y los traslada a localidades limítrofes con Mali y Níger, desde las que les obliga a cruzar la frontera a pie con mínimas raciones de agua y comida.

A su suerte

Pese al hermetismo argelino, ONG de defensa de los derechos humanos calculan que el Gobierno de Argel ha abandonado a su suerte a más de 15.000 personas en los últimos dos años. Estas organizaciones admiten que es imposible conocer tanto el número de víctimas mortales de estas políticas como el montante de fallecidos cuando intentaban el trayecto inverso, cruzando el Teneré con destino a Argelia.

Quienes logran sobrevivir y son rescatados suelen presentar cuadros de deshidratación, heridas severas y hasta graves enfermedades mentales. Tras recibir los primeros auxilios en una base avanzada, los migrantes son trasladados a la ciudad nigerina de Arlit, donde la OIM les proporciona ayuda especializada.

Vuelta a casa

En Arlit, se ofrece a los rescatados la posibilidad de integrarse en un proyecto de ayuda al retorno a su lugar de origen puesto en marcha por la Iniciativa Conjunta de la Unión Europea y la OIM.

Según los datos que facilita la agencia de la ONU, que organiza igualmente operaciones de rescate desde la ciudad, también nigerina de Dirkou, y tiene una base en la vecina Agadez, cerca del 90% de los rescatados opta por intentar la vuelta a casa.