Me gustaría poder acceder a esferas concretas de poder financiero y político; de entrada a los gobiernos les pediría unas normas, las que quieran y se consensúe pero para todos igual; si debo competir con cualquiera de ellos, que sea en las mismas condiciones y sinceridad que se requiere por todas las partes.

Por poner un ejemplo, la contaminación de las ciudades, pongamos Madrid, Barcelona?, sin olvidar otros lugares de menos población, obliga a determinar que medidas de prevención se han de adoptar para la gestión de residuos o la forma de conducción, con un plan de reducción de carbono y de CO2. Considero que la protección del entorno pasa primeramente por la educación, después viene la regulación y, a posteriori, su cumplimiento. ¿Se cumple alguno de estos requisitos, y si no es así a qué causas se debe?

Se habla también de economías como la azul y la verde, la primera para reactivar la economía del sector pesquero y recuperar todo el daño que sufren los océanos. Que se sepa, cada año se viene esquilmando especies y los fondos marinos son depósitos de desechos de distinta índole, no poniéndose ningún tipo de medidas necesarias de inmediato; sobre la segunda, es curioso que en un principio se invirtiese una gran parte en molinos de viento, pero no nos engañemos, se hizo porque se ganaba dinero especulando, pero no porque se creyera en la economía verde. Y así puedo seguir.

En ese sentido, me llama la atención una noticia referente a Iberdrola que culmina su mayor parque eólico marino a unos 50 kilómetros de la costa británica de Suffolk. Solo le quedan por colocar 12 de los 102 esqueletos metálicos sobre los que se asientan los aerogeneradores repartidos en una extensión equivalente a 40.000 campos de fútbol. El East Anglia One, de 717 MW, lleva a cabo la colocación de los molinos y se considera el mayor proyecto renovable hasta hora de la empresa Iberdrola. "Los jackets que sirven de soporte a los molinos se fabricaron en el astillero de Fene de Navantia y los pilotes de anclaje al suelo salieron de la factoría de Windar en Avilés", matiza la noticia. El cableado submarino llevará la electricidad a unos 360.000 hogares de Londres. Ello indica que este proyecto industrial genera la creación de cientos de empleos y que la inversión es la más grandiosa operación de esta firma cuyo deseo es liderar el sector, con ganancias y sumas que cada poco tiempo mucho se viene incrementando. ¿Es significativa tal obra o un ardite para esta sociedad de consumo que ingiere y soporta lo que se alza como relevante para la ciudadanía en general?

Sin duda, se avanza mucho tecnológicamente pero de ciertos avances se aprovecha en gran medida las empresas que disponen de mecanismos y permisos para actuar de acuerdo con la plana política que ellos apoyen y a la inversa les proteja.

Habría que preguntarse ahora si la citada operación conlleva asimismo una limpieza deseada de los fondos marinos para la supervivencia de la fauna y flora oceánica o, si por lo contrario, es un modo renovable para la industria e incomponible para la atención al Medio Ambiente. Además, si tal inversión se congracia con precios y tarifas más asumible para el contribuyente o, por el contrario, sigue observando como cada mes las facturaciones de gas y de energía eléctrica van escalando y poniendo en alza el coste de la vida. Al final, ¿economía verde o neoliberal?