Despedimos ayer a un amigo inolvidable: Ildefonso Gallego Arzuaga, que se fue volando al cielo. Un personaje único y entrañable con el que guardaba una amistad profunda y de muchos años, y hermano de Fernando Gallego, exjefe de Deportes del FARO, y también entrañable amigo. Fonsito era un personaje que ponía siempre la guinda. Siempre tenía la solución o el chascarrillo para cualquier situación por complicada que fuera. Un hombre extraordinario, amigo de sus amigos, optimista, vigoroso, jovial, cariñoso y único. Con gran dolor le despedimos ayer entre una infinidad de amigos, también muchos atletas de época de calzón y zapatillas de esparto, entre ellos su primo José Lores, Germade, Viñas, etc.

Fuimos compañeros en los años mozos, vistiendo la camiseta del R.C.Celta en competiciones y entrenamientos y tengo recuerdos únicos de un ser excepcional. Cuántos kilómetros cumplimos en el viejo Castrelos allá por los años 50/60. Aquello sí que era "¡cross country!" Auténtico inglés. Y luego venía la ducha, al natural, como Dios nos trajo al mundo, en la fuente de Castrelos. Por supuesto aún no se habían "inventado" los vestuarios, ni la ducha caliente. Qué tiempos. Recuerdo también en una Carrera del Pavo por la Alameda que salimos como centellas y a la segunda vuelta me dijiste: "Franquiño, no te fundas, calcula bien que aún queda mucho". Qué grande Fonsito.

Últimamente lo veía siempre en los partidos del Celta "rajando" en la puerta de Tribuna, como siempre. Genio y figura, pero pura mantequilla y amabilidad entre los amigos.

Querido Ildefonso Gallego, para mí "Fonsito" de toda la vida, voy a llorar mucho tu ausencia, pero te recordaré siempre con lágrimas del alma, una sonrisa y la emoción y el cariño, que perduran. Nunca te olvidaremos querido amigo.