"Ya hay un español que quiere/ vivir y a vivir empieza/ entre una España que muere/ y otra España que bosteza" (Estrofa del poema "Españolito que vienes al mundo", Antonio Machado)

Hay noticias que me reconfortan, máxime cuando se acusaba a nuestra juventud universitaria actual de indolente, egoísta, ajena a la crisis institucional, social, que padece esta España nuestra, esta España muerta.

Y me reconforta mucho más cuando han sido nuestros universitarios de esta desolada provincia los protagonistas del evento. Una noticia que ha pasado desapercibida para la prensa local, a excepción, como siempre, del periódico Faro de Vigo. En el Campus Ourensano de la Universidad de Vigo, los estudiantes del mismo habían sido convocados a un referéndum en el día de ayer para decidir la abolición o no de la Monarquía Española. Si alta fue la participación, en comparación con las que se dan para elecciones de decanato y rectorado, el resultado fue contundente a favor de la abolición de la Monarquía, y en pro de la proclamación de la III República y apertura de un nuevo proceso constituyente. Así lo decidió un casi 91% de los votantes.

Hace pocos días reflexionaba, quien suscribe, sobre la hipoteca política que legamos a la generación que nos procedió desde 1978, bajo el título "El consentimiento de los gobernados". Una reflexión que no llegó a publicarse, y ello puedo entenderlo, dado que de un lego, como yo, poco pudiera aportar materia objetiva para el interés general, versando sobre nuestra sobrevalorada Constitución, que motive su publicación. Por lo tanto, no voy a reproducirme ahora. Ahora bien, quiero reiterarme en mi deseo de que mi generación, sea más generosa, al igual que cuando nosotros fuimos jóvenes, y cancelemos esa hipoteca a la juventud de hoy. El que esta generación forje su presente y su futuro.

Vaya, por tanto, mi solidaridad con nuestros jóvenes universitarios, y mi felicitación a Faro de Vigo por haber dado a conocer la noticia en una ciudad que solamente se alimenta informativamente hablando de las excelencias en desarrollo social y económico, que se emiten desde el Pazo Provincial, cuando la realidad nos empuja a ser una de las más atrasadas y envejecidas provincias de este país.

Y quiero, últimamente, dedicarles a estos jóvenes universitarios, una frase de Thomas Jefferson, político norteamericano, exmandatario cuyo principio político dio pie a mi citado texto: "Me gustan más los sueños del futuro, que la historia del pasado". ¡Salud y República!