Sociedad Filarmónica de Vigo

Reflexiones sobre su historia en su centenario. Soy probablemente, el único testigo vivo de momento de la historia de nuestra querida sociedad, desde los años 50 del pasado siglo. Desde entonces he trabajado -desinteresadamente, por supuesto- para ella. He vivido las presidencias de D. Manuel Abal Fábregas, D. Francisco Mantecón Molins y D. Daniel Quintas Calvo, quienes han sabido mantener en cada momento, el alto prestigio de una sociedad que segregada de la extinta sociedad La Tertulia, allá por 1915, permitió que nuestros conciudadanos tuvieran acceso a conciertos de música clásica de manera sostenible. Ello permitió que el ciudadano vigués haya podido disfrutar de memorables conciertos a cargo de personalidades como Pau Casals, la Orquesta de Cámara de Berlín bajo la dirección del mítico Hans von Benda, el pianista Paul Badura Skoda, el violinista Christian Ferrás, el guitarrista Andrés Segovia, la violinista Pina Carmirelli y una interminable lista de concertistas de primera línea de los que no hubiéramos tenido noticia. Su actividad no fue interrumpida ni en los años de las contiendas nacional ni mundial. En esta etapa muchos concertistas que, estando de gira en nuestro país, no pudieron regresar a sus países por el cierre de las fronteras, pudieron mantenerse dando conciertos en el nuestro hasta que se solucionó la situación, lo que supuso un plus de conciertos de los que pudo disfrutar nuestra ciudadanía.

Fue nombrada entidad distinguida por el Concello de Vigo en el año 1999. Van allá pues 26 años desde esa distinción. En virtud de lo antes expuesto me permito opinar que recaen en la SFV méritos más que suficientes para que le sea otorgada la Medalla de la Ciudad.