¿Siempre apostaré por la gente joven?

El día 27 de abril de 2014 un medio de comunicación escrito publica una entrevista del alcalde de Cotobade, Jorge Cubela, donde él mismo expone en contestación a una pregunta: " Yo hay una cosa que tengo clara: en el contexto político en el que estamos: quien tiene que tirar del carro es la gente joven (€). La gente joven no diré que es hierba verde, pero si hierba fresca. Aportan frescura e ideas renovadas (...). Siempre apostaré por la gente joven (...)".

Pues bien, el día siguiente a esta publicación, 28 de abril, se celebra un pleno en el Ayuntamiento de Cotobade en el que uno de los puntos del orden del día es la elección del nuevo juez de paz titular. Los miembros integrantes de la mayoría política del pleno proponen a un candidato alegando como méritos que se trata de un exconcejal del ayuntamiento (del Partido Popular) y exfuncionario (ya que es una persona jubilada), la oposición propone a una persona de 26 años, licenciada en derecho y sin identificación política. Teniendo en consideración la entrevista del alcalde todo apuntaba que optaría por la persona joven y que además está capacitada para el puesto por su titulación, ya que, supuestamente, el proceso selectivo para el cargo de juez de paz titular se basa en unos méritos que los solicitantes deben alegar. Pero nada más lejos, se decanta por su propuesta inicial y nombra al ex funcionario jubilado, para el cargo.

Y yo me pregunto, si se elige en base a méritos ¿en qué se basan para elegir a una persona sin ninguna titulación en derecho o similar en vez de a otra que sí posee dicha titulación?, quién estará más capacitado para desempeñar el cargo ¿alguien con conocimientos en leyes o alguien sin estos conocimientos? En definitiva, ¿se trata verdaderamente de valoración de los méritos o de simple amiguismo?

Esta claro que sus palabras caen en saco roto ya que en vez de optar por la persona joven y titulada se decide, por amiguismo o afinidad política, no lo sé, por una persona en edad de jubilación. Me pregunto, ¿a esto se refiere Jorge Cubela cuando habla de apostar por la gente joven?, ¿de verdad piensa que es la gente joven la que tiene que tirar del carro?

Pues en mi opinión no son más que palabras, palabras vacías, ya que a la hora de la verdad se demuestra que no es más que palabrería impresa en un papel para tratar de dar una imagen cara a la galería, puesto que queda manifiesta la falta de coherencia entre las palabras dadas en dicha entrevista y los hechos ocurridos el día siguiente. Con qué nos quedamos ¿con las palabras o con los hechos? La respuesta está clara.