Desvergüenza

M.ª Cruz da Silva Rubio / Cambados-Pontevedra

Hace 15 años que un 14 de octubre vivimos una pesadilla de la que aún no hemos despertado. Mi marido, Alberto Palmeiro, salía de trabajar toda la noche como vigilante del Centro Ferial de Vigo cuando un compañero le pidió a él y a otros dos más que le ayudasen a cerrar un portalón que estaba atascado. El portal, en malas condiciones y con varias toneladas de peso, les cayó sobre sus cuerpos. El resultado fue la trágica muerte de uno de ellos, las heridas y secuelas de los otros dos y el que Alberto estuviese peleando entre la vida y la muerte en el Hospital Xeral durante meses. En este tiempo tuvimos que escuchar de la boca de los médicos de la UCI que era mejor que muriese a como podía quedar, ya que el impacto del portal hizo que su cráneo rompiera por varios sitios produciendo muchísimos derrames cerebrales.

Alberto salió adelante tras una lenta y dura recuperación, gracias a su juventud y fortaleza, pero con graves secuelas que arrastrará toda su vida€

Diez años tuvimos que esperar para resolver todo en juicios interminables con el Concello y la Seguridad Social. Tuvimos encima que leer en la prensa que el Concello los culpaba del siniestro, "empujaron muy fuerte el portal", decían, aunque no era eso lo que decían cuando lo vinieron a visitar a la UCI y "se colaron" para verlo postrado debatiéndose por su vida€

Alberto, hoy, con 40 años, tiene una incapacidad permanente e intentamos olvidar lo ocurrido. Pero hoy ha llegado una minuta del Ayuntamiento de Vigo que dice que debe pagar 645,43 euros al abogado del Concello, hecho que ha removido nuestras heridas.

Es decir que encima del sufrimiento que hemos padecido ahora debe pagar por intentar recurrir una sentencia que fue del todo injusta, ya que todos los responsables de este terrible siniestro salieron impunes y le pagaron una miseria por haberle robado su vida.

En la carta que adjunta su abogado nos dice literalmente que en principio tenía que pagar 1.439,62 euros y que él ha reclamado para que fuese una cantidad menor. Además añade que él se ha puesto en contacto con el letrado del Concello refiriéndose a estas costas y él ha dicho que tenía órdenes de "buscar dinero debajo de las piedras".

Es una pena que no buscasen ese dinero debajo del portal del IFEVI justo en el momento que mató a J.C.C. y dejó a mi marido en la situación en la que hoy se encuentra.

Seguramente tendremos que hacer frente a esta minuta pero no sin antes subirles los colores a quien ha ordenado tal desvergüenza.

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