El psicólogo Bernabé Tierno define el feminismo como "aquella cualidad de la mujer por la cual ella se hace atractiva y agradable, y hace agradable y atractivo todo cuanto le rodea."

La mujer tiene unas cualidades específicas que no solo no debe perder, sino que debe exaltar. El feminismo que reivindica los mismos derechos para la mujer y para el hombre ante la ley es justo y necesario, pues hombre y mujer poseen la misma dignidad como personas humanas. La mujer ha de intentar que florezcan las cualidades propiamente femeninas (delicadeza, sensibilidad, dulzura, detallismo, pudor) en todos los campos de la vida personal y social.

Este feminismo, al que prefiero llamar "femineidad", enriquece la sociedad. Pero, tendemos a una sociedad "unisex", donde las mujeres tratan de imitar a los hombres en todo, lo cual demuestra un gran complejo de inferioridad; cada vez son más habituales las ocasiones que en nuestro entorno, nos preguntamos si estamos ante un hombre o una mujer.

Existe un feminismo radical y revanchista que resulta ridículo. Hay mujeres que pretenden ocupar el sitio del hombre en todo, hasta en el ámbito sexual.

Suelen ser mujeres revanchistas, que no aceptan que el hombre y la mujer son distintos en su cuerpo y en su psicología. El feminismo radical se trata de un componente psicológicamente patológico, que no acepta esa diferencia biológica, y que esa "desigualdad sexual hombre-mujer", a la que consideran como una injusticia de la naturaleza, es preciso corregir.

Pero, como esto les resulta imposible, los movimientos radicales feministas -tal como acaba de suceder en Bélgica-, intentan compensar su desesperación con comportamientos exaltados, más propios de un animal salvaje que de un ser humano dotado de una mínima educación. Estas feministas enloquecidas pretenden construir una sociedad dominada por las mujeres.

Todo hombre bien nacido siempre siente respeto por una mujer, mientras que las feministas radicales muestran desprecio por los hombres

¿Es esta la igualdad y justicia que ellas pretenden implantar en la sociedad, y por añadidura de forma violenta y agresiva? ¿Cómo pretenden educar a sus hijos varones: con amor o con resentimiento, con instinto maternal o con impulsos desenfrenados?