Nos preocupan los problemas de Venezuela, porque, como todos los países hispanoamericanos, guarda muchos y sólidos lazos con España; a los que yo no soy ajeno porque allí yace mi llorado hermano menor y allí viven mis queridas sobrinas venezolanas. Estas líneas, huérfanas de intención ideológica, están dictadas por la luctuosa actualidad que genera el fallecimiento del carismático presidente que, durante muchos años, empuñó con mano firme el timón del país y que, ahora, según las noticias que llegan de Caracas, provoca una fanática admiración de las masas; actitud que puede considerarse normal porque se repite casi sin excepción con los líderes de las dictaduras; aunque más tarde se derriben sus estatuas y se borren todos los signos representativos.

Como no podía ser de otra forma deseo que sepan encontrar una feliz y pacifica salida de la encrucijada que sobreviene a todo mandatario absolutista y, como creyente, pido a Dios que perdone las faltas del Sr. Chávez y le acoja en el paraíso; lo que no obsta para que me parezca que fue una figura un tanto histriónica que no despertaba grandes simpatías. En primer lugar porque no resulta agradable ningún dictador, aunque sus obras presenten serios atenuantes; después porque no parece aceptable la distribución de riqueza y el nivel de bienestar general dado a un país que goza del milagroso maná del petróleo. Y por lo que respecta a su actitud personal recuerdo un ejemplo clarificador. Hace algunos años, en París, haciendo zapping ante el televisor apareció el Sr. Chávez, en Libia, hablando español en el acto de su investidura como Doctor Honoris Causa en Economía Humanística (¿?), y en su, llamémosle lección magistral, soltó un rosario de inigualables perlas, tales como que el vocablo capitalismo se derivaba del verbo decapitar; que África iba a solucionar la venidera pobreza de Europa, de la misma forma que Suramérica lo haría con los Estados Unidos. Por otra parte, denunciaba el engaño a que le sometieran en su niñez diciéndole que España era su madre patria, cuando este título pertenece a África. Puestos a disparatar tal vez fuese más lógico asignar a África este rol con relación a Norteamérica, aunque le hubieran correspondido cortando el pie a Kunta Kinte.

Sin la más mínima intención política y con el máximo y democrático respeto a lo que los venezolanos decidan en los próximos comicios recojo, casi bajo el palio de lo anecdótico, algunas curiosas y chocantes actitudes y declaraciones que, por su tragicómico efecto, parecen propias de lo que el vulgo considera repúblicas bananeras.

El desplazamiento a la Cuba castrista para someterse a tratamiento médico presupone anotar en el debe cierto recelo respecto a los propios medios sanitarios. ¿Asignatura pendiente?

Parecen existir dudas sobre cómo y cuándo se produjo el fatal desenlace. Si están fundadas y aunque se repita en determinados regímenes, no es fácil encontrar justificación al esoterismo de los comunicados oficiales.

El presidente en funciones, Sr. Maduro, ha tomado posesión de su cargo saltándose olímpicamente las vallas de la Constitución y, aunque lo haya hecho en olor de multitudes, atenta contra los códigos democráticos.

El mismo dignatario se introduce en una curiosa y mística simbiosis acompañando a su antecesor y, en virtud de ello, poder hablar en su nombre. Sin llegar al milagro de Lázaro, resulta sorprendente.

Con el destino de los restos mortales de D. Hugo Chávez se ejecuta una especie de yenka, un pasito adelante y otro atrás, respecto a su embalsamamiento o entierro. ¿Se descuidaron en los plazos? Si es así, récord Guínness.

Como guinda de "boutades" el Sr.Maduro insinúa que la elección de un papa sudamericano, el flamante papa Francisco, se debe a un tráfico de influencias protagonizado en el más allá por el Sr. Chávez; certificando al propio tiempo su profunda fe. ¡Cousas veredes!

En fin, cuando se conduce un autobús se hace generalmente por calzadas adecuadas, debidamente señalizadas, con la protección de la policía de tráfico y de otras ayudas en carretera. Al conducir el largo convoy de un país es muy probable encontrarse con inesperadas bifurcaciones, sendas bacheadas por las crisis y piquetes de la oposición. Por ello se precisan conductores con formación, experiencia, buen sentido y mesura. Al hacer votos por la mejor ventura del país hermano, los dislates reseñados abren la interrogante ¿Estará verde Maduro?