José González Arranz hizo en los Lunes del Ateneo una exposición diáfana sobre los vínculos de Pardo Bazán con Compostela. "Piensa más que en los pueblos fabriles e industriales, apasionan cuestiones de orden religioso y metafísico". Era coruñesa, de Marineda, pero Santiago forma parte de su núcleo predilecto junto con Madrid y París. Con quince años ya rinde tributo a Santiago en una poesía; "reposada y serena, imponente y grandiosa". Leyó en el Casino un poema que no esconde sus simpatías carlistas. "En el cementerio de San Francisco oyendo los gritos de la plaza de toros" es un poema donde relata como los gritos sulfurosos del Obradoiro rompen el silencio fúnebre. En Pascual López compara la casa de huéspedes con la de la Troya."De día la Jerusalén de Occidente parece pacífica pero en las largas noches invernales es solemne". Para su estudio biográfico de San Francisco de Asís hubo de bucear mucho en los archivos franciscanos de Santiago. Incluso solicita a Antonio Casares, rector de la Universidad, que le abran la Biblioteca por las tardes y este le acaba cediendo su despacho. En Los Pazos de Ulloa la percepción del Marqués es peyorativa de una ciudad donde "tres gotas de lluvia metían en casa a todo el mundo"."Mal empedradas las calles, postrado su comercio (€), soportales angostos". No es más halagüeño el recorrido por la Catedral: "Los santos mal hechos y delgaduchas las santas, el pórtico mal labrado". Estela es el nombre literario poco enmascarado que adopta Santiago en Belcebú. Allí narra una curiosa leyenda del Pazo de Bendaña; "El Atlante espera a que pase una mujer de bien para la soltar la bola que sostiene entre sus hombros".Aunque la mayoría de Un destripador de antaño transcurre en el rural también hay pasajes urbanos. "Las ánimas es un templo muy favorito de los aldeanos y, por lo tanto, muy andrajoso y maloliente". En El baile del Querubín retrata la bella fachada gótica de la Catedral. "Aquel apóstol bizantino y moros que, en actitudes hostiles, se confiesan derrotados" añade en La danza del peregrino. Rebautiza La Quintana como Plaza de la Muerte en Cenizas donde los muertos yacen bajo las losas y se remueven en el lodo.Libredón es el nombre que disfraza a Compostela en La Esfinge, obra mitológico-alegórica casi inédita en la actualidad.