Dice el sentido común que la construcción de un carril bici se debe a motivos de seguridad para la circulación. Entre Vigo y A Guarda se está construyendo uno, entonces circularemos seguros tanto vehículos como peatones. ¿A que si? Pues no. Ahora es el peligro lo que está garantizado, de hecho ya se han producido varios accidentes, uno de ellos de gravedad moderada con dos heridos y evacuación en ambulancia. ¿Qué ocurre entonces? El carril bici no cumple las más elementales medidas de protección para los usuarios y de prevención de accidentes: es más estrecho en la mayoría de las zonas que el mínimo aconsejado por la DGT, no hay espacio de maniobra. Aparece y desaparece sin previo aviso fusionándose con pasos para peatones o automóviles. Está plagado de todo tipo de obstáculos: paradas de bus, contenedores de basura, coches aparcados, cristales, ramas, resbaladizas hojas, zarzas y un largo etcétera. La separación entre la calzada y el carril bici es difícil de sortear, convirtiéndose en una trampa angosta. Esto aumenta su peligrosidad, tanto para salir del carril como para volver a entrar, pudiendo quedar a merced del tráfico motorizado en una calzada que ha visto reducido considerablemente su ancho debido a la obra. Los peatones lo tienen todavía más crudo al estar obligados a compartir, en la mayoría de los tramos, su espacio con las bicicletas. No queda arcén ni lugar durante kilómetros donde un coche pueda efectuar una parada de emergencia.

Cualquier persona desconfiada, no es mi caso, podría deducir que esta obra ha sido diseñada por motivos que nada tienen que ver con la seguridad. Quiero creer que no es así y que pronto se tomarán las medidas necesarias para subsanar los errores. Simplemente con quitar bordillos y demás obstáculos, mantener libre el carril de cristales, ramas y de todo tipo de suciedades se mejoraría en gran medida la seguridad, y con un coste muy reducido. Con una pintura autodeslizante quedaría bien delimitado el carril bici.

Se han hecho ya tres manifestaciones con la participación de varios cientos de ciclistas. Hay constancia en prensa por los principales periódicos locales de ello y del accidente antes mencionado. Esperamos que pronto, muy pronto, resuelvan el problema, antes de que esa "maravillosa" infraestructura se cobre el primer muerto, del cual serán responsables los responsables de la obra.