El Sr. Feijóo y la Sra. Farjas dicen que van a hacer un hospital nuevo, en tiempo récord, entre 4 ó 5 años según ellos, pero no dicen que a los ciudadanos gallegos y en particular a los de Vigo, esta "prepotencia" les va a costar, nos va a costar, entre cinco y siete veces más de lo que en principio estaba previsto si se hiciese con fondos públicos.

Pero esto a los gobernantes les trae sin cuidado, quien paga son los de siempre: el pueblo vía impuestos, y no dicen toda la verdad, siguen engañando justificándose en que fueron los ciudadanos quienes les pusieron ahí para gobernar. Porque lo que quieren hacer con el nuevo hospital no sólo es privatizar servicios como la cocina, tan importante ésta para la buena recuperación de los pacientes. Hoy en día las distintas ingestas que se elaboran en el hospital por personal cualificado y eficiente están basadas en parámetros dietéticos y nutricionales. Con la empresa privada esto no va a ser igual porque ellos lo que buscarán es la rentabilidad de este servicio, restando para esto calidad en la materia prima. Primará el negocio por encima de otras cosas, para algunos sólo importa el dinero y así, poco a poco, irán privatizando más y más, restando camas de aquí y de allá; al fin y al cabo, si ellos los poderosos tienen algún problema sanitario tendrán todos los privilegios del mundo para ser atendidos conforme a su estatus pero el ciudadano de a pie tendrá que seguir aguantando las listas de espera y las incomodidades que ellos no aguantan.

Vigo se merece como ciudad emprendedora, igual que sus ciudadanos, un hospital 100% público. Que no especulen con la salud, ésta no debe ser un negocio para unos pocos que se estarán frotando las manos ante las intenciones privatizadoras de la Xunta del Sr. Feijóo.

Se expropian y se pagan los terrenos en donde se ubicará el nuevo hospital, por cierto a precios irrisorios a los ciudadanos afectados, con dinero público y la empresa privada llega, pone la maquinaria y venga a explotar la gallina de los huevos de oro. "¡Menudo chollo!".