El Sr. Arias, en carta publicada por FARO DE VIGO el día 8, reafirma su idea de que los gallegos tenemos derecho a que en las publicaciones hechas en castellano fuera de nuestra Comunidad se pongan los topónimos también en gallego. Los párrafos que me dirige precisan unas puntualizaciones.

La Ley de Normalización Lingüística gallega establece que los topónimos de Galicia tendrán como única forma oficial la gallega. Esa Ley fue aprobada por el Parlamento Gallego en 1983, y no por las Cortes Generales de Madrid como el Sr. Arias da a entender, y por lo tanto sólo obliga a las personas físicas o jurídicas de nuestra Comunidad. La Ley 2/1998 que él cita, sí que fue aprobada por el Gobierno de España, pero estableció únicamente que el nombre oficial de las provincias de La Coruña y Orense pasaba a ser A Coruña y Ourense. Esa Ley no impide que el Gobierno ni nadie que use el español pueda emplear La Coruña para referirse a la ciudad capital de la provincia de A Coruña.

Respecto a Sanxenxo, el Sr. Arias discute la potestad de la RAE para determinar el topónimo en español, y añade irónicamente que el término que tendrían que aprobar debería ser San Ginés. Según la base de datos histórica del INE, desde 1842, que es cuando se realizó el primer censo en España, esa localidad ha tenido los siguientes nombres oficiales: Sanjenjo, de 1842 a 1877; Sangenjo, de 1877 a 1982; y Sanxenxo desde 1982 hasta el presente. Ya se ve que Franco no tuvo nada que ver con el topónimo en español. Las 2 formas en castellano, con una jota o con dos, aparecen recogidas en el Diccionario Nieto Ballester de topónimos españoles, que ha sido el elegido por la comunidad Wikipedia para establecer el topónimo correcto cuando hay otras formas en lenguas cooficiales.

La actual forma oficial, Sanxenxo, carece de tradición escrita (no se puede encontrar hasta el siglo XX). El origen más probable del término toponímico es la derivación de Sanctu Genesius, título dado al dios Poseidón. Se asimiló en la edad media con el santo francés Genés (santo de historicidad discutible, citado en el Códice Calixtino), Ginés en español, Xens o Xenxo en gallego, y Genesius en latín e inglés. En Lisboa se cuentan leyendas sobre un mitológico obispo llamado Gens. En cualquier caso, Sanxenxo nunca se llamó en castellano San Ginés. Los topónimos en otros idiomas no son traducciones, sino fruto del uso y del tiempo. Un buen ejemplo de esto es el del Canal de la Mancha, topónimo español secular que nadie discute, pero que procede del francés Le Manche; si lo queremos traducir tendríamos que decir Canal de la Manga.