En rasgos generales nuestros políticos basan sus estrategias electorales en embellecer la ciudad con el pavimentado de calles, plantación de flores, inauguraciones, divulgando lo ejecutado en su legislatura y lo que tienen pensado en el futuro, pero lo cierto y lo que preocupa al votante, no es otra que le solucionen sus problemas más cercanos. Muchos basan sus pretensiones en que se cree empleo, se mejore el tráfico, disminuya la delincuencia, pero ¿que me dicen de la Sanidad en nuestra ciudad?

Todos nos quejamos cuando tenemos que acudir a Urgencias por alguna dolencia o esperar un año por una operación, pero "pasada la fiesta se acabó la romería" y cada uno a su vida normal, sin acordarse lo mucho que tuvo que aguantar y las deficiencias de la Sanidad, pero el que sí se acuerda y vive el problema más que otros, es el que acude día sí, día también a su hospital y en este apartado señora alcaldesa me encuentro yo, que llevo tres meses y diez días al escribir la presente que tengo que desplazarme todos los días para ver a mi hija en la UCI de Neonatos del Xeral.

A día de hoy en la UCI de Neonatos nos encontramos igual que inaugurado el hospital, no ha cambiado absolutamente nada. En la sala de espera no cabemos los padres, tenemos que permanecer de pie a falta de silla, sí digo silla porque no hay ni una. Las taquillas están en desuso, las madres que han dado a luz no pueden entrar con su silla, nos roban en ocasiones, por falta de taquillas y vigilancia (que en muchos casos hacemos nosotros). El ascensor del que disponemos tanto lo emplean para la llegada de neonatos a la planta, como se bajan a una operación, como el que viene a recoger la basura a diario.

Tenemos una enfermera por cada cuatro niños, cuando lo que está estipulado por Sanidad es una cada dos, incluso en ocasiones por las noches nos hemos encontrado una única enfermera. En otras ocasiones y dado el espacio reducido en que se encuentran nuestros hijos, nos hemos tenido que ir para casa sin poder verlos, dado que casi siempre tienen que atender a algún prematuro y dese cuenta que a diario tropezamos médicos, enfermeras y padres en ese espacio.

Actualmente en toda el Área Metropolitana no pueden atender ningún parto, dado que las ocho incubadoras que disponemos están ocupadas, derivando los partos a Ourense; imagínese por un momento un padre de familia teniendo que ir a visitar todos los días a su hijo a Ourense (sin comentarios).

Tenemos carencia de material, como ejemplo le diré que nos enviaron una máquina nueva de Italia y se tuvo que devolver por falta de pilas (de risa). Nos informan de nuestros hijos a viva voz, sin tener ninguna intimidad por la falta de espacio o habitación donde ubicarnos.

El personal sanitario que tenemos en general es escasísimo, aún me pregunto a día de hoy qué les mueve a seguir en esta ciudad, que no sea por su profesionalidad, si a dos pasos pasando la frontera están el doble de mejor remunerados y con mejor reconocimiento.

Se lo digo de corazón, señora alcaldesa, muévase, pelee por lo que nos falta, que nuestros médicos/as y enfermeras/os se nos están yendo y nuestros hospitales empiezan a quedarse vacíos.

Javier Fandiño Carnero - Vigo