El 2 de diciembre de 2005 mi familia y yo nos trasladamos a vivir al Val Miñor, concretamente a Piquetes, lugar perteneciente a Mañufe, parroquia de Gondomar. Como es lógico pensar, no queríamos con ello desconectar de la civilización, al menos por el momento. Telefónica de España no debió pensar lo mismo y a pesar de nuestros infructuosos esfuerzos nunca nos trasladó la línea a tan remoto lugar del mundo. La causa fundamental es que una vecina no dejaba pasar el cable por su casa. Esta vecina tiene la fachada de su casa completamente llena de cables telefónicos sin ningún tipo beneficio por parte de la compañía, es más, cuando le dieron el alta le cobraron la instalación como al que más. La compañía en su ya famoso número 1004, para que usted espere un rato, nos insinuó que negociásemos nosotros con la vecina, bueno que negociásemos y si hubiese que pagar algo lo pagásemos que al fin y al cabo un servicio tan preciado como el telefónico bien lo merecía. En caso de no negociar con la vecina, podríamos también solicitar la colocación de un poste para meter nuestro cable y telefónica nos cobraría un módico precio, módico precio que incluiría una sustanciosa ganancia para la compañía de telecomunicaciones pues no iban a poner un poste ahí por nada. Además después con nuestra generosa donación , Telefónica ya podría pasar más cables de otros, pues no iban a desperdiciar la ocasión de hacer negocio con el dinero de sus clientes, faltaría más.

Hemos llamado al 1004 decenas de veces, hemos reclamado a la Federación de Municipios, a la Xunta de Galicia, sin ningún éxito hasta la fecha.

Telefónica nos ha dado siempre un servicio malo y caro amparada en su condición de monopolio, ha retrasado la llegada de internet a los hogares españoles y lo peor de todo es que pretende seguir haciéndolo así en el siglo XXI. ¿Donde está la responsabilidad social corporativa de esta empresa? ¿Sólo están para ganar dinero, para incrementar hasta límites insospechados la rentabilidad económica, financiera, el beneficio por acción, el cash flow...? Seguramente tendrán una dirección dedicada a ello con profesionales muy bien pagados, pues hagan algo señores que esto no es el fin del mundo, es sólo el lejano oeste.

Emilio Taboada Calvar - Gondomar