En todas las ciudades existen calles peatonalizadas o semipeatonales, pero con mesura, no toda la ciudad.

No se pueden suprimir miles de aparcamientos y estrechar las vías en calles donde hay más coches que peatones.

Anuncia el Ayuntamiento

suprimir mil doscientos estacionamientos entre la Plaza de España y Povisa, sabiendo que en esa zona no hay parkins y que las plazas de garaje de los residentes son ahora insuficientes.

Tendrán que estacionar en el monte del Castro, si caben, pero les queda un poco lejos.

No se entiende en el Ayuntamiento, que hay quien depende del coche para ir a trabajar. Por ejemplo, si tiene que estar a las ocho de la mañana en uno de los numerosos polígonos de Vigo, Mos, Porriño, etcétera, necesita un vehículo para moverse, no es un capricho tener coche.

Hay otros problemas con las calles humanizadas de un solo carril: ambulancias, coche averiado (muy normal con la

electrónica actual), dejar una carta en un buzón, llevar el microondas a reparar al servicio técnico; en fin, hay miles de ejemplos para demostrar que estrechar calles no es razonable y si estas calles apenas tienen peatones, descabellado.

La única calle que tiene peatones a tropezar es Urzaiz, el lado de los pares; en la zona norte de Compostela y Luis Taboada, la gente no se tropieza.

Deberían hacer una encuesta entre vecinos y comerciantes de las zonas a humanizar, para averiguar las ventajas e inconvenientes de la dictadura de la humanización.

Ramón Rodríguez Rodríguez - Vigo