Toda la lógica de la Unión Europea se basa en que exista competencia y libertad. Hoy, en España, los monopolios no están permitidos y sin embargo existe una sola empresa que realiza, a un precio demasiado alto, los viajes a las Islas Cíes. El mayor daño ocasionado por este monopolista no consiste sólo en los buenos beneficios que obtiene, sino, además del precio que obliga a pagar a los usuarios, las restricciones irrazonables que impone como única empresa. Así, por ejemplo, si usted quiere regresar, como campista un domingo por la tarde, le contestan que no es posible y solamente le ofrecen regresar antes de las dos de la tarde, o sea, no puede disfrutar del domingo en las islas.

Los males del monopolio se corrigen con empresas que compitan eficazmente y el Estado, en este caso, debe regular mejor la explotación de los servicios públicos y favorecer la competencia.

José Carlos Cermeño Iglesias

- Vigo