La Ora, una reminiscencia del feudalismo

Leyendo la noticia que el 20 de octubre publicaba FARO DE VIGO, sobre la posible supresión del, a mi parecer medieval, medio recaudatorio de la ORA, me evocasteis un pensamiento que se ha repetido en mi cabeza en varias ocasiones. Y es que me parece injusto que tengamos que pagar por utilizar lo que es nuestro, y ojo, no es que abogue por la supresión de los impuestos. Soy consciente de su necesidad para la sustentación de la economía. De lo que estoy en contra es de los impuestos abusivos e injustos. Los conductores pagamos un impuesto secular y no precisamente de baja cuantía que es el rodaje, el cual se supone nos permite hacer uso de nuestras calzadas. ¿Por qué debemos pagar entonces dos veces por ese derecho?.

Creo que todos los conductores somos conscientes de lo injusta que es la ORA. Una persona que tenga la desgracia de vivir en el centro y tener coche, ¿qué tiene que hacer? Bajar cada dos horas a perder otra hora en buscar sitio. O dejar el sueldo que tiene para vivir en utilizar los carísimos parkings. ¿Y el que trabaja en el centro y vive en una zona alejada? ¿qué debe hacer? ¿coger tres autobuses? Seamos sinceros, el que tiene la seguridad de un coche no va a renunciar a ella por la precariedad del autobús y la gente se va a seguir moviendo en coche a pesar de que la "quemen" con gravámenes. Y parece que saber esto animaba a las autoridades a seguir con el latrocinio. Por ello me colma de esperanza ver que nuestro gobierno parece haber caído en la cuenta de que la ORA falla de raíz. Como ciudadano, no soporto ver cómo la gente se moviliza por menos y cuando tienen delante un claro abuso no hacen nada.

Creo que hablo en nombre de todos los conductores de esta ciudad al decir que cualquier medida contra la ORA tendrá nuestro apoyo. Sé que se da el problema de que las cuatro decenas de trabajadores que integran la plantilla corren riesgo de perder su puesto de trabajo, pero no por caridad debemos permitir que se mantenga un abuso. Los

conductores deberíamos ponernos de acuerdo y hacer afectiva nuestra protesta contra la ORA porque lo que nos quitan con ese arancel medieval es nuestro pan.

Luciano Lago Suárez - Vigo