Gracias, España

Soy portuguesa y me siento (como cualquier persona de cualquier otro país) orgullosa por el simple hecho de serlo, pero en mi vida pude imaginarme que después de vivir en Ponteareas más años de los que tenía cuando llegué aquí, pudiera encontrar motivos diferentes a los del nacimiento para seguir sintiéndome orgullosa de ello.

Les cuento: hace unos días, charlando con un amigo mío, hicimos una apuesta para ver cuál de los dos era capaz de contar algo, que siendo cierto, resultara difícil de creer. Como no sabía por dónde buscar, le hablé de "El señor de los anillos", "Harry Potter" y que el Celta iba a ganar la Liga. Cuando terminé de decir mis cosas increíbles, me dijo: ¡has perdido!

A finales del año 89, comenzó él su relato, venía de la Seu de Urgell, frontera con Andorra, y se me ocurrió la feliz idea de comprar unas cajas de tabaco para venderlas por aquí, pues con el caso "Nécora" andaba muy escaso el americano. Los mismos elementos que me lo vendieron, me denunciaron a la SVA (Servicio de Vigilancia Aduanera), pues por lo visto tenían un trato no escrito entre ellos, para que les dejaran pasar el tabaco por el monte desde Andorra y de vez en cuando le entregaban un "pardillo" para que los del SVA pudieran justificar su sueldo. Una vez detenido y comprobando que no constituía delito sino una simple falta administrativa, se quedaron con el tabaco y el furgón y a mí me indicaron, afuera en la acera, el camino a seguir rumbo a mi tierra gallega.

Año 2005, agosto. El director de la sucursal bancaria con la que trabajo me dice que tengo una retención en cuenta de casi 400 euros. Después de varios días me llega una nota de la central, diciéndome que era del ORAL, por impagos sobre el Impuesto de Circulación, referente al furgón de marras. Busqué un gestor que se ocupara del tema pues semejante cosa era muy fuerte para mis nervios.

Reúne el gestor toda la documentación necesaria, de la SVA y de Hacienda, donde dice que ese furgón fue requisado y subastado posteriormente a principios del 90 dándolo de baja pues supuestamente, era para chatarra.

Se la presenta en las oficinas del ORAL, en Ponteareas, y a estos señores no les sirve esa documentación. ¡¡Ay que joderse, al ORAL, organismo según creo dependiente de la Hacienda Pública, no les sirven los documentos de la Hacienda Pública!! Le dicen al gestor que lo mejor es que pague el último recibo y después lo dé de baja. El último recibo de qué, la baja de quién. ¡¡Pero, pero...!!

Todo lo que te pudiera seguir contando, después de esto, no es apto para cardíacos, por lo tanto imagínatelo tú, me dijo. Y mi imaginación no puede comprender que alguien, por mucho poder que tenga o le den, sin previa reclamación del impago, entre en mi cuenta bancaria y me dejen en números rojos. ¿La democracia es así? Si es así, ¡que viva Franco!, me dijo también, pues en sus tiempos una cuenta bancaria era privada y secreta, y nadie más que él o los titulares tenían acceso a ella.

Y... una vez aclarado el tema, si es que quieren ellos verlo claro, ¿quién paga los gastos y todo el tiempo perdido por la incompetencia de estos organismos, dícese que públicos? Lo dicho, gracias España.

Rosa Fernándes Vieira de Lima - Ponteareas

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