La dignidad de la mujer

Me gustaría ser breve y tan gráfico como un anuncio de café con nuevo envase en el que un hombre ¡¡¡ señores!!!, ¡¡¡ es capaz de abrir el paquete y cantar simultáneamente la tabla del uno!!! Me consta que este anuncio es la delicia de algún colectivo feminista y por supuesto de muchas féminas.

Supongamos otra versión publicitaria:

"Una mujer va conduciendo un coche y cuando va a aparcar roza toda la carrocería con la acera destrozando todo el lateral.

En la siguiente imagen aparece otra mujer distinta a la anterior atreviéndose a adelantar a otro vehículo. No lo consigue porque en un despiste se la mete contra una farola.

A continuación una tercera mujer, provoca un accidente en cadena al frenar en seco cuando intenta agacharse para coger la barra de labios que se le ha caído al lado del embrague.

Finalmente aparece una de las anteriores mujeres conduciendo un coche estupendo marca "x", acompañado de música de Vivaldi y a cámara lenta, en el que todo va sobre ruedas (la conducción es perfecta) al mismo tiempo que una voz en off de un hombre dice: "Por fin chicas vais a tener el coche que se conduce solo".

Estimados lectores, ustedes durante cuánto tiempo creen que se emitiría dicha publicidad. Las asociaciones feministas no perderían ni un segundo para demandar a la empresa anunciadora por violar la dignidad de la mujer y exigirían la retirada inmediata de dicho anuncio que, por cierto, me parecería fabuloso.

No sé lo que pasará, pero créanme, la política del señor Zapatero tiene mucho que ver, aunque sea de forma subliminar y escondida. Parece que como ya tenemos la confrontación nacionalista hay que ir por la sexista...

Pensé en dirigirme a la Asociación del Consumidor para poner una queja, pero lo pensé mejor cuando preparaba el desayuno, mientras al mismo tiempo cantaba la tabla del 8, le hacía el biberón a mi hija, repasaba mentalmente un estudio a presentar en mi empresa y ponía una lavadora, y decidí que no merecía la pena darle más importancia de la que tiene.

Por cierto, no pienso comprar esa marca de café ("demasiado fácil para mí").

Javier Caride González - Vigo