Después de haber leído en FARO DE VIGO la sección "Cartas al Director", de fecha 19/07/2005, y en concreto la carta de don Ernesto Iglesias Almeida, en relación a las barreras de cierre de la S.I. Catedral de Tui, quiero expresar mi apoyo a lo manifestado por el señor Iglesias Almeida y al mismo tiempo pienso que es un tema en el que nadie debiera quedarse al margen.

Yo soy de A Guarda y por distintos motivos (familiares, exposiciones, actuaciones, etc.) vamos con frecuencia a Tui. La catedral ya la conozco bien, pero cada vez que mi marido y yo vamos a Tui no dejamos de entrar en ella, porque si no la visita a la ciudad sería incompleta.

Es como estar en la puerta de la casa de un amigo y no llamar para hacerle una visita.

En los medios de comunicación social ya había leído algo sobre el tema de las barreras en la catedral, pero aún no pudiera comprobarlo por mi misma.

El domingo 17 de julio, fuimos a propósito a Tui, mi marido y yo, para ir a la catedral. En esta ocasión por un motivo especial. Al llegar a su interior llevamos una desagradable impresión, porque nos encontramos con las barreras que no te dejan acceder ni a los bancos, ni al altar de ningún santo, excepto que pases por donde está la persona encargada para cobrar, y pagues. Como nosotros no estábamos dispuestos a pagar porque nos parece contra natura pagar en la Casa de Dios, y que a su vez es la casa de todos (o debiera serlo), el hecho de cobrar en la catedral es, en mi opinión, como si un día vas a visitar a un amigo y al llegar a su casa, alguien relacionado con él te dice que si quieres acceder a su morada tienes que pagar. Sería de lo más absurdo. Pues con mayor motivo al tratarse de la casa de Dios.

Mi marido preguntó a la persona encargada del cobro si no había algún libro donde exponer alguna queja o sugerencia, y el chico que nos atendió le dijo que no. Ese es otro error, porque la opinión del pueblo es importante.

Tenemos estado en la catedral de Santiago de Compostela, en la de Ourense, en la de Lugo, en la de Oporto,..., que son verdaderas preciosidades, y no nos cobraron para entrar. Considero aceptable que cuando la catedral tiene un museo abierto al público o un claustro visitable, que se cobre a quienes quieren conocerlo pero nunca debieran hacerlo para poder acceder a los distintos altares o a las imágenes sacras.

Espero que a los Cabildos de las catedrales antes citadas, entre otras, nunca se les ocurra la idea de hacer como en la Catedral de Tui, que copió la parte más impopular de otra catedral, que ya no quiero ni nombrarla, donde también se cobra por acceder a ella.

En estos momentos en que la Religión está a la baja, en vez de poner barreras lo que debían es quitarlas y atraer más a la gente a la Iglesia. Recuerden que Jesús echó del templo a los fariseos y mercaderes porque estaban negociando en el interior del mismo.

Y para terminar (aunque me quedan muchas cosas en el tintero, pero el espacio es el que es), recordarles que Jesús predicó con pobreza y humildad y no cobraba por ello, pero sí repartía con los pobres y necesitados lo poco que tenía.

Ese sí es el verdadero Amor al prójimo y la verdadera Religión, pero también pienso que en la actualidad Dios debiera hablar un poco más alto porque quienes debieran oírlo no lo oyen o no lo escuchan.

Joaquina Martínez García - A Guarda