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Opinión | NEWSLETTER DE ECONOMÍA

Los protocolos

La redactora jefa de FARO analiza la actualidad del sector de la empresa, las finanzas y el mar

Newsletter de economía por la redactora jefa Lara Graña

Newsletter de economía por la redactora jefa Lara Graña / FDV

La semana pasada colgué esta clase, hice pellas a la 'newsletter', me fumé este compromiso... O como quiera que lo diga ahora la chavalada. Que me gustaría saberlo, por cierto. Padezco una desconexión lingüística importante con los ahora adolescentes y veinteañeros que trato de resolver y maquillar –sí, es lo que hay—buscando en internet y exclamando con aspavientos: «¿Pero cómo no voy a saber yo lo que es 'fomo'? ¡Por favooor!». Así, con muy fingida indignación. Como si no lo fuera a olvidar a la siguiente conversación o como si no volviera a perderme sin remedio al oír hablar sobre algún fenómeno digital nuevo o serie 'mainstream' que tampoco conozco.

Bueno, el caso es que colgué la 'newsletter', que es como lo decíamos en mi quinta. Y querría haberla escrito porque es importante que trasciendan las cosas importantes, aunque sea con el altavoz de esta modesta correspondencia. El pasado jueves, mientras yo no escribía mis líneas de cada semana, yo pensaba en José Luis y en Julio, en Jose, en Iván, en César, en Manu y Roberto, en Agustín, Luis, Antón. En que en las recomendaciones de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim) por el naufragio del 'Villa de Pitanxo' son las mejoras en seguridad por las que marineros como ellos imploran desde hace años.

Claro que sería conveniente dotar a los trajes térmicos de una radiobaliza personal, un dispositivo con señal satelital; por supuesto que los inspectores tienen que revisar siempre que un barco no sale a la mar tras haber hecho reformas a bordo sin autorizar, como se hacen tantas veces; desde luego que los despachos tienen que ser comprobados para verificar que, como pasaba aquí, hubiera gente durmiendo en pasillos antes de ser transbordada; obviamente convendría que la cooperativa de armadores ARVI, o la que sea, abordase la posibilidad de dotar a los arrastreros congeladores de gran altura de botes cubiertos, en vez de balsasPero ni los protocolos se cumplen ni las mejoras son obligatorias.

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Economía

Cada jueves, Lara Graña, redactora jefe de Faro de Vigo, analiza las claves de la actualidad económica

Me apunto

Déjame contarte algo. Estos días, estando de descanso, supe de la posible desaparición de un pesquero de capital gallego en la costa africana. No hemos publicado nada: ya te anticipo que el buque apareció, con todos los tripulantes a salvo, pero que estaba a la deriva y la gente con la que iba hablando -del sector, compañeros suyos- temía en serio que estuviésemos ante otro naufragio. Estuvieron incomunicados varios días (de sábado a martes), con el barco en medio de un temporal y avería en la reductora. No pasó nada, por fortuna. Pero, como me decía mi colega, «hay que ver cómo andan al mar muchos barcos, después nos quejamos de que pasen cosas». Por mucha bandera senegalesa o angoleña que tenga un pesquero, a las tripulaciones hay que garantizarles unas condiciones mínimas de seguridad. Y procurar ofrecer las máximas. Siempre, con o sin protocolos. Y si éstos sí se están cumpliendo, a la vista está que hay que cambiarlos. Porque a este buque se lo habría tragado una enorme ola de silencio -no constaba señal AIS ni de caja azul, solo la radiobaliza- de no ser por quien se aprestó a buscarlo.

Nos leemos en una semana, más allá del protocolo.

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