Opinión | EL BOLETÍN DEL DIRECTOR
Empresari@s
El director de FARO, Rogelio Garrido, analiza los temas claves de la actualidad de esta semana

El director de FARO, Rogelio Garrido, analiza los temas claves de la actualidad de esta semana / FDV
FARO DE VIGO aspira a ser muchas cosas. Un medio de comunicación fiable, riguroso, sensible a las demandas de su territorio, comprometido con él. Aspira a ser útil, incluso, si me lo permiten, necesario; a contar historias, a formar parte de vuestra vida cotidiana. Queremos ser un compañero de viaje diario, pero también un punto de encuentro, un ágora en el que se congregan gentes diferentes movidas por el afán de compartir experiencias y puntos de vista, siempre en un entorno amigable y respetuoso. Esta semana hemos organizado, y disfrutado, una de esas reuniones de la mano del Banco Sabadell.
La celebración de los premios a las mejores empresas y empresarios del año se convirtió en un encuentro formidable en el que se dio cita lo más granado de Galicia. Si uno de los termómetros para medir la salud económica de un territorio es el estado de ánimo de sus empresarios, sin duda, y pese al lío político que todo lo contamina, nuestra comunidad, en especial el sur, goza de excelente salud. Ver a líderes del sector de la automoción, del naval, del aeroespacial, del metal, de la construcción, de la energía… departiendo, en un ambiente relajado, sobre el presente y el futuro de sus proyectos insufla un chute de energía que la sociedad necesita hoy más que nunca. Porque, pese a lo que en ocasiones pudiese parecer -y los medios tenemos una parte nada desdeñable de responsabilidad en ello- las cosas no van nada mal, incluso, sin caer en la euforia irracional, van bien.
La reunión sirvió para constatar, una vez más, que los empresarios gallegos son un ejemplo de tenacidad, emprendimiento, ilusión y compromiso con su tierra. Claro que en las conversaciones, bañadas por un vivificante aire atlántico, se habló de problemas, reivindicaciones, incertidumbres, amenazas y temores, pero el optimismo fue la nota predominante. Porque si algo tiene en común nuestra variopinta clase empresarial -que se renueva con una pasmosa facilidad- es que no se doblega fácilmente, que está dispuesta a dar la batalla. Que no tiene complejos. Lo suyo es el permanente movimiento, sabedora de que el que se para, incluso aquellos que dirigen hoy empresas exitosas, está sembrando la semilla del fracaso.
Los empresarios son un bien escaso que debemos valorar, incluso mimar. Bien lo saben aquellos territorios en los que su clase empresarial cabe en un minibús. En Vigo y su área se cuentan por cientos -como se vio en la cita de Alcabre-, y eso es un tesoro, amigos, que debemos preservar. Porque generan riqueza, empleo y contribuyen al estado del bienestar desde su esfuerzo personal, que en algunos casos se prolonga desde hace generaciones. Ya sé que hay excepciones -¿en dónde no las hay?-, pero abramos el foco y miremos el conjunto. El paisaje es envidiable. Y esto no es chauvinismo, aunque sacar pecho por una vez, cuando otros lo hacen a diario con muchos menos méritos, tampoco nos debe provocar incomodidad. Sentirse orgulloso de los empresarios, valorar su trabajo, defender sus demandas, contar sus éxitos y, cuando toque, sacar a la luz sus errores y traspiés, porque los cometen, es una obligación de un medio responsable que aspira a contar qué está pasando y a darle voz a sus protagonistas. Y eso es lo que intentamos hacer cada día con un equipo profesional top. No siempre acertamos, lo sé, pero, como los empresarios, nosotros tampoco nos rendimos. Porque esa pelea diaria, sin miedos ni complejos, forma parte de nuestro ADN, que es el de Vigo.
¡Buen finde!
Email: director@farodevigo.es
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