Opinión | Las cuentas de la vida
Ucrania podrá atacar territorio ruso con las armas de Occidente
Lo ha anunciado el canciller alemán, Friedrich Merz: Ucrania podrá atacar a partir de ahora territorio ruso donde quiera con los misiles que le proporcione Occidente: no habrá como hasta ahora limitaciones.
El Gobierno de coalición con los socialdemócratas que preside el cristianodemócrata Merz ha decidido mientras tanto no hacer públicas las armas que decida enviar a Kiev, supuestamente para no dar pistas al enemigo.
Y digo bien «enemigo» porque pensar que pueden entregar y al mismo tiempo programar esas armas y que Moscú no lo considere una declaración de guerra es hacerse peligrosas ilusiones.
Los misiles de largo alcance Taurus que Alemania puede poner a disposición de Ucrania si así lo decide la Coalición solo pueden programarlos, al menos en una primera etapa, expertos militares de la OTAN.
Y creer que Moscú no va a reaccionar a lo que sin duda considerará una provocación es tan ilusorio como creer que si se continúa armando a Ucrania y se prolonga indefinidamente la guerra, se debilitará al Ejército ruso, aumentarán las tensiones en la sociedad rusa y con suerte terminará cayendo incluso el «régimen».
Es lo que sostienen desde el comienzo de ese conflicto militar los halcones a uno y otro lado del Atlántico, entre ellos el senador estadounidense Lindsay Graham, que sueña al mismo tiempo con bombardear Irán. O el general retirado Jack Keane, quien declaró recientemente a la CNN que Putin es una especie de nuevo Calígula empeñado en matar a civiles ucranianos y a quien no le importa la vida de los soldados rusos a los que manda al frente, donde están cayendo como moscas. Nada dice el octogenario Keane de las bajas ucranianas ni de los esfuerzos del país de Volodímir Zelenski para reclutar nueva carne de cañón.
Mientras tanto, los medios de Occidente hablan de los cientos de drones lanzados diariamente por Rusia contra objetivos civiles y de las víctimas ucranianas, sin decir absolutamente nada de los centenares que lanza a su vez Ucrania contra el invasor.
Y si acaso mencionan un supuesto intento de asesinato con drones del presidente ruso, Vladimir Putin, cuando viajaba en helicóptero a la región rusa de Kursk, es solo para desmentirlo y calificarlo de «desinformación» del Kremlin.
Como mucho de lo que rodea esta guerra, es difícil saber qué es verdad y qué solo propaganda, sobre todo cuando a los ciudadanos europeos solo se les cuenta una parte: la versión de Kiev y de la OTAN, inevitablemente interesada.
Trump mientras tanto, que ve cómo se disipa su sueño de hacer grandes negocios con Rusia si continúa la guerra insensata, llama «loco» a Putin por «matar» a tantos ucranianos aunque no oculte tampoco su enojo con Zelenski. La pregunta es qué hará Rusia cuando, con ayuda de Occidente, el Ejército ucraniano, liberado ya de restricciones a su armamento, se dedique a atacar blancos muy en el interior de territorio nacional ruso. ¿Utilizará sus misiles hipersónicos contra Kiev?
El expresidente ruso y hoy vicepresidente de su Consejo de Seguridad, Dmitri Medvédev, bromeaba el otro día con un mapa que mostraba la zona tampón deseable en Ucrania. Abarcaba prácticamente todo el país y dejaba solo una pequeña franja próxima la frontera polaca. Este conflicto, que los europeos se empeñan en continuar, es cada vez más peligroso.
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