Opinión

Vigo

Escuchar al localismo

Entrada del edificio de la facultad de medicina de la USC en Santiago

Entrada del edificio de la facultad de medicina de la USC en Santiago / Tucho Valdés

Cada vez que desde Vigo reclamamos alguna infraestructura, inversión o proyecto que ya existe en el norte de Galicia, se nos tacha de localistas. ¿Somos localistas por luchar por un aeropuerto que compite a precios de mercado —es decir, sin ayudas— en el área más poblada de la comunidad y cabecera de la Eurorregión? ¿Por exigir la misma financiación para nuestro puerto que tiene, por ejemplo, el de A Coruña, con la legitimidad de ser la primera terminal del Noroeste por valor de sus mercancías y la número uno de Europa en descarga de pescado? ¿Por reclamar un AVE directo a Madrid para más de medio millón de gallegos? ¿Y, por supuesto, por pedir, desde 1991, a la Xunta que nos permita crear una facultad de Medicina propia, como acaba de hacer esta semana el rector de la Universidad de A Coruña?

Localismo en el norte y en el sur

Los vigueses somos localistas, vale. Ese sambenito nos acompaña siempre. Pero si lo somos, ¿qué son nuestros vecinos del norte, que en una sola provincia, a apenas 60 kilómetros de distancia, cuentan con dos aeropuertos, dos universidades públicas —que pagamos todos, ojo— y las sedes de las principales administraciones autonómicas y estatales? ¿O es que el único localismo que molesta es el que defiende a Vigo por lo que es: la primera ciudad de Galicia?

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Al lío

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Me apunto

La Universidad de A Coruña está en su derecho de reclamar una facultad de Medicina, aunque lo haga saltándose el acuerdo de 2015 y en un claro desafío a la Xunta, que es quien tiene la decisión final. Pero si el Gobierno autonómico cede (cosas más raras se han visto, y no hace tanto), Vigo —y esto no es localismo— se la merece mucho más. Por peso demográfico, por su potencial hospitalario, por su infraestructura universitaria, por cohesión territorial, por coherencia social y por justicia.

La pelota está en el tejado de la Xunta, que ha expresado su rechazo a la decisión unilateral de A Coruña, aunque no con la contundencia esperada. Y ya está tardando el rector de la UVigo, Manuel Reigosa, en afilar su discurso y reclamar, sin medias tintas, una facultad de Medicina para el sur de Galicia. Vigo no quiere privilegios, sino trato justo. No pide favores, pide equidad. Si defender a la ciudad más poblada y dinámica de Galicia, con argumentos sólidos y cifras en la mano, es localismo, entonces quizá ha llegado la hora de que ese localismo se escuche más, no menos.

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