Opinión | Mira Vigo

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Retratos augustos: Virginia R. Lorenzo

Retrato de Virginia R. Lorenzo

Retrato de Virginia R. Lorenzo / Augusto Rodríguez

Virginia R. Lorenzo y Miguel Sánchez-Cantón nacieron con solo cuatro días de diferencia, en octubre del año de las revoluciones. Se conocieron a los quince años y jamás volvieron a separarse. Mucho antes de formar un hogar, establecieron los cimientos de su forma de vida: la joyería de inspiración marina. De ahí nació una de las marcas más emblemáticas de la ciudad: Joyas de la Raspa. Desde ayer, la Escola Municipal de Artes y Oficios homenajea sus 35 años de promoción internacional con una exposición antológica en el Espazo EMAO.

De donde por el amor nació en el olívico Teis el restaurante CaMucha

El amor da siempre sus frutos y, en el caso de los vigueses Paula Figueroa e Isidro Arosa, mira por donde, nos ha traído al restaurante CaMucha, nacido ahí en Baixada Rotea 68, donde en 1963 la abuela Carmen abrió la única tienda-bar de ese lugar que se abalanza sobre la ría. En realidad la culinaria pareja se conoció estudiando Hostelería en Santiago y luego uno u otra trabajaron en el Albatros, El Mosquito, Casa Román, A Toxa, Canarias... experiencia de la cual surgió ahora una cocina de temporada admirable por lo fresca, culta y bien tratada, y una carta de vinos de selección muy singular porque no cae apenas en marcas conocidas sino que, salvo excepción, se nutre de pequeñas bodegas bien seleccionadas. Me fui a este minúsculo reino de menos de diez mesas (por lo que sugiero reserva previa) con buenos comedores como Sesi Pino, Ángel Prieto (nuestro médico de a bordo) y el libérrimo trío femenino de Amparo Iglesias, Natalia Rodríguez y Lourdes Castilla. Pescado, según mercado. La antesala la hicimos con unos mejillones y empanada de millo con berberechos y entre todos dimos cuenta de corujo, sargo y perdiz y, profesionalmente atendidos por Pablo Marques, a fe que salimos satisfechos. Volveremos, caiga quien caiga.

Los 300 de la Peña Gudelj

Sí, sí, unos 300 celtistas, cien de ellos niños, se reunieron en el anual encuentro de la Peña Gudelj, de la que Carmen Iglesias es presidenta. Allí estaban los jugadores actuales Damián, Hugo Álvarez y Fer López y veteranos como Manolo, Moncho Carnero, Bajectic, Waldo, Doblas... Puedo prometer y prometo que allí, en el hotel Coia como siempre, se cantó la Oliveira de cen anos y no faltó el baile al ritmo de Club Naval. Ya 28 años lleva celebrando la amistad con Gudelj esta peña, desde aquel 1997 con Manolo Pérez entonces como alcalde de Vigo. Amén, Gudelj.

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