Opinión | NEWSLETTER DE ECONOMÍA

El defraudador

La redactora jefa de FARO analiza la actualidad del sector de la empresa, las finanzas y el mar

Newsletter de economía por la redactora jefa Lara Graña

Newsletter de economía por la redactora jefa Lara Graña / FDV

La primera vez que en FARO vinculamos el nombre de Eusebio Novas Hay a la caída de Hiperxel fue en la primera semana de mayo de 2023. No había rastro documental de este hombre en el grupo que adquirió la cadena de congelados, que estaba ya entonces en situación de insolvencia. Fue un soplo, tomando un café en una terraza de Vigo, como en las pelis, lo que nos puso sobre la pista: “hay una persona ahí que es la que está al frente, pero no vais a poder demostrarlo”.

Lo hicimos después de muchas horas de trabajo. Lo que nunca habríamos previsto descubrir es que Novas, un chaval –lo digo básicamente porque es de mi quinta, de 1985–, tenía tremendo historial de querellas, denuncias y causas abiertas por fraude, y que ya lo habían pillado metiendo mano en la caja de un club deportivo de Sanxenxo cuando apenas tenía 25 años. He conocido como a veinte personas vinculadas a su pasado, afectadas por presuntas estafas –están todas en investigación–, que iban llamando a este periódico conforme íbamos desgranando por qué Hiperxel, que había funcionado durante más de tres décadas como un reloj, había caído de forma tan estrepitosaFueron 300 las personas que se fueron a la calle con la liquidación de esta cadena; antes había dejado, insisto en lo de presuntamente por eso de la precaución, perjudicados en Valencia, Bilbao, Madrid, Noruega, Emiratos Árabes o Portugal.

Esta semana aceptó una condena a prisión por fraude a Hacienda. Lo sabíamos el día antes del juicio, pero fue el olfato de mi compañera Marta Fontán lo que nos permitió poner frase y cara a su confesión: “Sí, es cierto”.

“No es necesario para un príncipe tener las cualidades […] pero es muy necesario aparentar tenerlas”, como dejó escrito Maquiavelo en El príncipe. Habrá más, y más eusebios de los que hablar. Y no es personal, aunque alguien lo piense: es información de interés público.

 Y tocará, por pleno merecimiento, poner en valor el esfuerzo conjunto que ha permitido despejar el futuro de nuestra factoría de Stellantis. El de la plantilla, por supuesto, pero también el de la cadena de proveedores y de todas las administraciones que, incluso frente a frente a la motosierra de Tavares, han facilitado un anuncio de este calado.

Y no debemos olvidarlo nunca.

 Feliz semana.

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