Opinión | Mira Vigo
Los del 75 entre pupitres

Antiguos alumnos del colegio de la Caja de Ahorros de Vigo
En 1975 andaban en lides educativas entre los pupitres del colegio de EGB de la Caja de Ahorros de Vigo. Entonces eran jóvenes llenos de futuro, los años han pasado como a vuelapluma y aún les queda mucho aunque ya hayan dibujado un camino que están esculpiendo. Han perdido cosas, han ganado otras y han mantenido el sentido del humor que siempre tuvieron, y cada año se reúnen para festejar su pasado común. Ahí les veis gozosos, alborozados, jubilosos.
Desde Cuenca, que existe, tras orar en la catedral
Vengo de Cuenca a donde fui para orar en su maravillosa catedral. Bueno, en realidad me fui a tierras de Juan Herrera con una rubia (sí, la misma) pero a un hotel con encanto y, ya dentro de la catedral, la belleza arquitectónica del lugar y el pensamiento de que eso no existiría sin que hubieran creído en un Dios, te pone en posición de orante. Incluso hice que me tomaran una foto de rodillas en un confesionario, que siempre me puede servir de pasaporte si otra vez ganan aquí los nacionales. Se la mandaré al pater Moisés, ex de La Colegiata, para que vea que no me he perdido. O a monseñor Cuevas.
Sí, tiene más cuesta que Vigo
Tengo que decir algo de Cuenca en relación con Vigo. Los vigueses siempre hemos desarrollado buenas pantorillas por nuestras cuestas, pero es que no es nada al lado de lo que hay que subir en el barro viejo de Cuenca. Como ando renqueante de una pierna las subí a trancas y barrancas y solo la maravillosa vista del camino me dio fuerzas. Tenemos más luces en Navidad, hablamos más inglés... pero no tenemos más cuestas. Eso sí, comimos en el María Morena unas anchoas de Santoña con queso y guacamole, unas chuletillas de cabrito lechal y una paletilla de lo mismo. Irreprochable, María Morena, cariño.
No, no era por fin un motel
Aunque yo siempre le dije a la rubia, desde que hicimos las reservas: «Para mí, cariño, que hemos cogido un motel con encanto, que no es lo mismo que un hotel». Y no solo es que cada habitación tenía su inmensa yacusi con gran espejo y su propia piscina sino que la entrada estaba dispuesta, sin Recepcion, como para que los clientes apenas se vieran, como quieren los amantes clandestinos. Ya para llegar allí el maldito GPS nos hizo dar vueltas como un trompo, así que llegamos conducidos por la guardia civil. Entramos, vimos una pareja con un perro y quedé tranquilo. A un motel al que se va a amar de paso no se llevan perros. Y allí encontramos a un vigués. Cómo no.
- Una profesora es expulsada de un instituto de Vigo por acoso al claustro
- Uno de los acusados por las coacciones a Jenni Hermoso reconoce que tuvo negocios con Rubiales
- Mediaset emite un comunicado sobre el futuro de 'Reacción en cadena' en Telecinco
- Descubren una fábrica clandestina y 142 kilos de tabaco de contrabando en Pontevedra
- Cinco santuarios de vértigo que quitan el hipo en el norte de Portugal
- Propuestas en donde más bate el mar en Bueu
- Cuatro años de cárcel para una mujer por abusar de un menor en Ourense: le pidió que mantuvieran la relación en secreto
- Muere a los 40 años el escritor y periodista estradense Damián Barreiro