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Para no morir a bordo

La redactora jefa de FARO analiza la actualidad del sector de la empresa, las finanzas y el mar

Newsletter de economía por la redactora jefa Lara Graña

Newsletter de economía por la redactora jefa Lara Graña / FDV

Buenas tardes,

Como sabrás, y normalmente adscrito al ministerio de transportes o de fomento de turno, cada gobierno cuenta con unos equipos independientes que investigan siniestros en el mar, en vías de ferrocarril y el aire. Hasta que no se configure el nuevo ente, la de accidentes marítimos en España es la Ciaim (Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos). Sus dictámenes, y esto no es por capricho de nuestra legislación, no tienen efectos punitivos y tampoco no son vinculantes. Tras cada investigación –por naufragios, abordajes, incendios…--, y si detecta fallos en los procedimientos, dirige recomendaciones a armadoras, marineros, aseguradoras o instituciones públicas. Su objetivo último es mejorar la seguridad a bordo y, a fin de cuentas, reducir al máximo la siniestralidad.

Lo cual no deja de ser paradójico si te digo que, de 46 recomendaciones que emitió el año pasado, treinta o fueron rechazadas o ya ignoradas sin pudor por sus destinatarios. Como si sus consejos –que no serán infalibles, pero algo de aprovechable tendrán-- fueran derivados a la bandeja de spam.

Hace casi un año avanzamos en FARO el resultado de la investigación del Sempre Güeto, un cerquero gallego en el que murieron dos de los diez tripulantes durante su travesía entre los puertos de Burela y Portosín. Realizamos un seguimiento informativo completo por la gravedad de las conclusiones de la Ciaim. Primero, que el pesquero se hundió como resultado de una “precaria estabilidad” tras realizar obras sin autorizar para ganar capacidad de pesca y carga; segundo, que los funcionarios de inspección de Capitanía Marítima de A Coruña, dependiente de Marina Mercante, no actuaron con diligencia a la hora de validar la salida a la mar del pesquero.

El antes y el después del "Sempre Güeto"

El antes y el después del "Sempre Güeto" / FDV

Seis veces preguntamos por escrito a Marina Mercante si habían promovido algún tipo de expediente interno ante el proceder de esos funcionarios y, sobre todo, si iban a realizar cambios en los protocolos. Seis. Con dos fallecidos.

En absoluto nos vamos a arrogar ninguna victoria, y es además de justicia ahora apuntar que el Gobierno sí ha decidido promover un cambio en la ley para que todos los pesqueros de más de 12 metros tengan que realizar pruebas de estabilidad periódicas. Llegamos tarde, porque estas reformas ilegales son de los más habituales, pero de lo que se trata es de mejorar la seguridad de nuestros marineros.

Y no solo eso, sino que los inspectores deberán estar formados para detectar obras no autorizadas a bordo. En el caso del Sempre Güetto, he de decirlo también, eran escandalosamente evidentes. Pero para asumir responsabilidades nunca hay gente.

Asumimos que los accidentes son indefectibles. Como me decía mi madre estas Navidades, “en casa siempre esperábamos a saber con qué hombres de menos venían los barcos cada invierno”.

Nos negamos a digerir algo así. Y preguntaremos las veces que haga falta.

Feliz semana.

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