Opinión
El orgullo de ser vigueses
El principal logro de los casi 18 años del gobierno municipal de Vigo encabezado por Abel Caballero ha sido convertir a una ciudad desconocida en España, con una imagen vinculada a los conflictos de la reconversión industrial de los ochenta, ignorada en todas las estrategias políticas tanto de los gobiernos de España, como de los gobiernos autonómicos, en una ciudad de la que sus ciudadanos nos sentimos orgullosos.
La autoestima, es un valor social, político y económico de primer orden. Permite a los grupos humanos ser capaces de compartir proyectos colectivos que conducen a la mejora de sus condiciones de vida. Esta dimensión social e institucional de la cooperación se ha visto por ejemplo en el papel que ha desarrollado en los últimos tiempos el Consorcio de la Zona Franca.
Es un hecho objetivo que la ciudad de Vigo se ha convertido en un referente económico, social y turístico de España y Europa. Los motivos son diversos, pero en todo caso ha sido una estrategia definida y liderada por Abel Caballero. Los logros son enormes, pero además de hizo desde la sobriedad en tantos gastos, singularmente en los de publicidad.
El mejor ejemplo es la Navidad de Vigo, el fenómeno turístico emergente más importante de Europa. Quien haya recorrido nuestras calles en estos días no necesita mucha más información al respecto. Pero no es el único hito turístico, tenemos el «Marisquiño», el mejor festival de cultura urbana de Europa o la puesta en valor de las islas Cíes.
Los visitantes españoles y extranjeros pueden apreciar la elevada calidad de vida de los ciudadanos, y lo dice la OCU, la ciudad con mayor calidad de vida de España. Cientos de humanizaciones, un amplísimo programa de inversiones mejorando el espacio público independientemente de la zona en la que cada uno viva, parroquias, barrios o el centro urbano; porque la igualdad también es un valor que refuerza la autoestima.
Esta unión de igualdad y autoestima en busca de una sociedad más cohesionada tiene un ejemplo paradigmático en los programas de «Vigo en inglés», un programa de becas para estudiar inglés en el extranjero con más de 1.000 plazas cada año, para niños y jóvenes, todos por igual.
Vigo se ha convertido en una ciudad hermosa, amable y acogedora. Con mucha vida en la calle y muy accesible gracias a los programas de inversiones del «Vigo Vertical» y las humanizaciones, un plan de movilidad pionero en España y Europa. Con el «Halo2 como una escultura simbólica que ha ganado innumerables premios, además de suponer un cambio trascendental en la movilidad de la ciudad.
La capacidad económica de los diferentes agentes públicos y privados es otro de los factores relevantes. Hemos sido capaces de alcanzar niveles de actividad económica y de creación de empleo más que notables, a pesar de la histórica falta de apoyo de la Xunta. Que la provincia de Pontevedra sea la cuarta de España en exportaciones no es ajeno al impulso económico de Vigo y su área urbana.
Por supuesto que en este proceso de construcción de una visión colectiva de la ciudad, basada en la autoestima y la unidad, Vigo está obligada, y lo hace orgullosa, a reclamar lo que le corresponde por derecho, gobierne quien gobierne y donde gobierne.
Abel Caballero lo manifestó ya en 2007, cuando accedió a la Alcaldía por primera vez: vamos a emprender un proceso de unidad que nos dará la fuerza que necesitamos para reclamar lo que nos corresponde. Y hoy, casi 18 años después, acompañado de los vigueses, entre todos estamos consolidando un orgulloso proyecto común.
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