Pedrada

Flor Currás nació tres veces. Oficialmente vino al mundo el 22 de diciembre de 1962 en Vigo. Su segundo nacimiento aconteció el 16 de noviembre de 2004, cuando la loseta de un edificio que sostenía un alumbrado navideño se desprendió, le golpeó la cabeza y la dejó grogui. Tras una temporada en el taller de la UCI y recibir dos chapas de titanio, Flor volvió a casa y a sus clases (es profesora), consciente de que vivía de milagro. Pero el destino le tenía preparada otra jugarreta. Durante un torneo deportivo en Vilanova da Cerveira, en donde competía su hija, Flor recibió el brutal impacto de un lanzamiento de martillo (siete kilos la bromita) que la dejó KO. Las chapitas que le habían colocado en 2004 le salvaron la vida. Fue el 18 de junio de 2015. En el hospital de Vigo fue recibida con el peculiar alcume de «la mujer de la loseta». Flor nos contó su triple nacimiento entre sonrisas. Estas son las historias que me gustan, y no solo por el final feliz. Relatos sorprendentes, extraordinarios, casos de superación y de coraje que muestran lo mejor del periodismo y también de la vida. Gracias Flor por compartirla. Escuchando un testimonio que desborda vitalidad se entiende mejor el carácter y el talento de Víctor Pérez (Currás), el periodista que firma la historia con un inmejorable conocimiento de causa… porque es su hijo.

Para pedrada la que ha propinado otra vez Bruselas al puerto de Vigo. La UE lo ha dejado fuera del club de los puertos nodales, es decir de sus prioridades inversoras. Los últimos socios en entrar son Castellón y Santander. La exclusión no es un asunto menor. Están en juego 21.000 millones. Y llueve sobre mojado porque en 2011 Vigo ya se quedó a las puertas. A Coruña se llevó entonces el premio gordo. Tras aquella decisión, FARO montó un lío monumental exigiendo explicaciones. Dimos caña, ahí está la hemeroteca, a la Comisión Europea, al Gobierno, a la Xunta, a Puertos del Estado, al Puerto de Vigo, al Concello... No se salvó nadie. Eso sí, todos se hicieron los indignados, se señalaron unos a otros y se conjuraron para reparar el error a la primera oportunidad. Pero pasada la escandalera, todos se durmieron (qué mulliditos deben de ser los sillones de sus despachos). Resultado: otra vez el puerto de Vigo se ha quedado fuera porque nadie avaló sus indudables méritos. Visto el grado de incompetencia, los ciudadanos se preguntan: ¿a qué carallo se dedica toda esta gente que cobra y vive del erario público?, ¿es que no hay nadie que nos sepa defender? Es cierto que Vigo tiene un carácter recio y duro (casi como la cabeza de Flor), capaz de sobreponerse a la negligencia de tantos, pero no hace falta que lo pongan constantemente a prueba.

Y una traca judicial para rematar. Menuda semanita. Aldama dirigió el ventilador de las comisiones hacia el PSOE. Koldo lo desmintió. Begoña Gómez, la mujer de Sánchez, se decidió a hablar para negar. Louzán, condenado por prevaricación, es el nuevo presidente de un fútbol, si el Supremo no dice lo contrario... Podría pensarse que un país que vive pendiente de sus jueces sufre un problema de salud democrática, pero como llevamos cuarenta años de escándalo en escándalo, me temo que ya estamos inmunizados.

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Me apunto

Aunque para noticias judiciales mi preferida es la sentencia que obliga a un vigués a pasarle una paga a su ex porque ella se ha quedado al cuidado de los chuchos. Las mascotas son tratadas ya por sus señorías como las nuevas crianzas, por lo que, si estás dudando en hacerte con un perro/gato/hámster/periquito/conejo/gallina de Mos o lo que sea, piénsatelo dos veces. Avisado quedas.

Corolario: no tentemos a la fortuna y huyamos de las pedradas propias (las ajenas son otra cosa). Y a ver si este domingo nos cae al menos una pedrea que nos alegre las fiestas.

Email: director@farodevigo.es

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