Israel puede seguir bombardeando Gaza, solo que con más cuidado

Joaquín Rábago

Joaquín Rábago

Israel puede seguir bombardeando Gaza, sólo que deberá tener cuidado de evitar las prácticas genocidas, según el polémico veredicto provisional de la Corte Internacional de Justicia.

El Gobierno de Suráfrica acusó a Israel ante ese tribunal de la ONU de estar cometiendo un genocidio contra la población palestina de la Franja y reclamó un alto el fuego inmediato para impedir la continuación de la masacre.

Pero los diecisiete jueces del tribunal, con sede en La Haya, se limitaron a pedir a Israel que tome medidas que garanticen que sus Fuerzas de Defensa no violan la convención de la ONU en materia de genocidio.

Al mismo tiempo, exigieron a Hamás que ponga en libertad de forma inmediata y sin condiciones a los rehenes que tiene en su poder y que esa organización quiere intercambiar por presos palestinos en poder de Israel.

Desde el ataque por sorpresa de Hamás contra Israel del pasado 7 de octubre, el Ejército sionista ha matado ya a más de 26.000 palestinos, herido a otros 64.000 y provocado el desplazamiento de un 85 por ciento de la población de Gaza.

"La petición de Suráfrica al alto tribunal de la ONU fue apoyada por ciento treinta países"

La Corte Internacional instó también en su sentencia al Gobierno israelí a permitir la entrada en la Franja de ayuda humanitaria que pueda aliviar la situación desesperada de los gazatíes que han logrado sobrevivir a los incesantes bombardeos y que se exponen ahora a una hambruna y a todo tipo de enfermedades.

La petición de Suráfrica al alto tribunal de la ONU fue apoyada por ciento treinta países, de los que diecinueve hicieron también suya la acusación de genocidio: entre ellos, Brasil, Turquía, Colombia y Cuba.

Enfrente se situaron Estados Unidos, Gran Bretaña, Hungría o Austria. Alemania, que mantiene también un apoyo sin fisuras al Estado sionista, rechazó como totalmente injustificada la acusación de genocidio contra Israel.

Tras escuchar el veredicto del tribunal, el ministro de Asuntos Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina, Riyad al-Maliki, calificó de “muy importante” el recordatorio a Israel de que “ningún país está por encima de la ley”.

Ningún país, esto es, salvo Israel, cuyo primer ministro, Benjamín Netanyahu calificó de “falsa” y “escandalosa” la petición de Suráfrica y de “una auténtica vergüenza” que el tribunal de La Haya la hubiese admitido a trámite.

Tal petición equivalía a privar a Israel del “derecho de autodefensa”, algo que en ningún caso su Gobierno estaba dispuesto a aceptar, explicó Netanyahu, según el cual Israel continuará la lucha hasta “la victoria total” sobre Hamás.

Para más inri, varios países occidentales han decidido suspender toda ayuda a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos por la acusación israelí según el cual doce de sus trabajadores participaron en el ataque de Hamás a Israel, el 7 de octubre.

Al castigo colectivo del Estado sionista contra los gazatíes se suma así otro también colectivo que afecta a esa agencia de la ONU, de la que dependen millones de refugiados y que ha perdido desde el 7 de octubre en los bombardeos israelíes al menos a 152 de sus colaboradores.

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