Crónica Política

El momento “oportuno”

Javier Sánchez de Dios

Javier Sánchez de Dios

Está visto que a casi todas las fuerzas políticas gallegas, en este momento, lo único que les importa es la fecha de las elecciones autonómicas. Cierto que tratan de disimularlo –sin éxito alguno– exponiendo sus programas, proclamando sus intenciones, prometiendo lo que haga falta e insistiendo en que “llegó la hora del cambio”. Por cierto, en aparente contradicción con los resultados habidos desde el año 2009 hasta ahora, en que gallegos y gallegas apostaron por la continuidad. Como en política todo es posible, nadie puede negar que efectivamente se repita lo ocurrido en 2005, cuando el PP con Fraga al frente perdió la mayoría absoluta y en consecuencia la Xunta.

Por el contrario lo populares, con alguna excepción, están convencidos de repetir los éxitos anteriores. Con dos objetivos: uno, lógicamente, mantenerse en la gobernanza del país, y por otro respaldar con una victoria al expresidente Feijóo, quien hace apenas unas horas declaró que “esa victoria sería fundamental”. Y probablemente lo será si se produce, ya que el actual jefe de la oposición en el Congreso no se puede permitir una derrota –o pérdida del poder– en su tierra natal. Pese a las negativas oficiales, las aguas no bajan tranquilas en la sede nacional del PP, todavía inquietas en algunos de sus elementos destacados por los cambios producidos en el grupo parlamentario.

Más allá de interpretaciones, el PPdeG parece jugar al despiste en cuanto a cuando convocará el presidente Rueda los comicios. La última de sus declaraciones alude a una obviedad, tal como que las elecciones gallegas no tienen por qué coincidir con las vascas, pero hasta ahora lo han hecho, al menos en las últimas legislaturas. No obstante, todo el mundo sabe que cualquier gobierno convoca normalmente las elecciones cuando le conviene. Es decir, cuando los datos propios o ajenos le indican el momento más oportuno para fijar fecha. Y es probable que ese momento no tarde.

La razón parecería obvia. De acuerdo con la encuesta que acaba de publicar FARO, si hubiera ahora una repetición de las generales, el PSOE podría pagar caro el asunto de la amnistía, y el PP, con Vox, llegar a la mayoría absoluta en España. Es un especulación demoscópica, pero fiable y lógica: el precio del pacto con los separatistas catalanes, y la incógnita que se abre con los cambios en el PNV, serían también beneficiosos para los intereses de los populares gallegos. Sea como fuere, la Xunta está desplegando una muy considerable precampaña a base de ayudas e iniciativas que su oposición ya ha calificado de electoralistas.

Ocurre que no siempre los sondeos ni las perspectivas dan en el blanco; de ahí que lo más razonable sería que el presidente Rueda –único que puede fijar fecha– mantuviera el orden cronológico. Es decir, que convocase cuando toca, que es en junio, dicho desde luego desde una opinión personal. Y es que llevarlas a marzo no sería demasiado útil para lo de la amnistía, pasados varios meses desde su previsible aprobación, y tampoco sería un adelanto propiamente dicho. En definitiva, y salvo sorpresas, el momento oportuno es cuando finalice la primavera.

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