¡Que fluya la magia!

Xoel Ben Ramos

Xoel Ben Ramos

El verano es ese momento burbujeante donde los refrescos de cola se la juegan. Por eso sus anuncios nos persiguen allá donde vayamos. Una de las marcas, en su promo, apelaba a esos encuentros que nos trae el estío. Lo escuché en la radio, empezaba con murmullo de gente alegre y un alboroto de cubiertos y risas, de repente, el tintineo en una copa lo silenciaba todo para dar paso a una voz llena de entusiasmo con un mensaje tal que así: “buena compañía, una comida deliciosa y tu refresco favorito con hielo y limón, …Shhhhh (la botella abriéndose)” y acababa: “deja que fluya la magia”.

Desde hace quince días, Benjamín Netanyahu –primer ministro israelí– se ha reunido con más gente que Zelenski en dos años. Y ya es mucho decir, porque a nadie le pasa desapercibido que el ucraniano viaja más que los hooligans ingleses en época de Champions. Sea como fuere, Benjamín le gana. Es lo de siempre, mientras el pobre Volodimir lo que busca es armamento a buen precio, el otro –que lo tiene y si le falta, lo compra– busca el consentimiento para mantener los bombardeos sobre Gaza durante un buen tiempo. Quizás, y apelando a esa receta infalible para disfrutar de la auténtica magia, deberían dejarse de tanta foto, tanto chaleco antibalas y tanto abrazo almidonado que sienten a la mesa a judíos, palestinos, yankis, europeos, asiáticos y rusos, hasta a la deslumbrante Meryl Streep si fuera necesario, les sirvan –con hielo y limón– refresco de cola (marca blanca, por no herir sensibilidades) y ¡que fluya la magia!

"A alguien le convienen los muertos en la Franja y los secuestros de Hamás. Si no es así, me cuesta entender que esta gente siga a tiros sesenta años después"

Pero no. Sin ir más lejos, la cumbre del sábado en El Cairo que reunió a cerca de veinte países para buscar algún tipo de solución al conflicto, a los bombardeos y a los doscientos rehenes, se zanjó sin un mísero acuerdo. Da la impresión de que quienes fueron, lo hicieron por aprovechar el finde y hacer un poco de turismo. ¿De verdad somos incapaces de resolver esto, de aportar alguna salida? O será que interesa mantener la crisis palpitando. A alguien, no señalo que es de mala educación, pero a alguien le convienen los muertos en la Franja y los secuestros de Hamás. Si no es así, me cuesta entender que esta gente siga a tiros sesenta años después. Por eso también pienso que no es casualidad que continúen los bombardeos en la península de Crimea, ahora además con los nuevos misiles estadounidenses MGM-140 ATACMS que, por dejar caer un dato, su coste ronda los 1,5 millones de dólares/unidad. La magia no existe, tan solo es una bebida azucarada, a base de extracto de cola, con cafeína y gas añadido; el resto, publicidad.

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