Tribuna LIBRE

Cuaderno de viaje al país natal, un libro único y extraño

Xosé Fortes*

Mañana día 24, bajo el paraguas del Ateneo pontevedrés, César Portela y yo, y todos aquellos que quieran acompañarnos, nos reuniremos en el salón noble del Liceo Casino, con Alfonso Armada, para presentar en sociedad su último libro: Cuaderno de viaje al país natal, editado por Faro de Vigo.

Como la mayoría ya sabe, Alfonso es un periodista vigués de brillante trayectoria.

Fue a la universidad para desprenderse de la tutela paterna y volar con alas propias. Antes de recalar en Madrid para hacer periodismo, empezó estudios de lenguas germánicas y de Historia en Santiago y se lanzó a la vorágine del mundo que para un periodista de aquellos años exigía pasar por los Balcanes, por el África del genocidio de Ruanda, por una URSS en descomposición y por Nueva York, la ciudad más contemporánea del mundo.

Y ahora, un tanto cansado, pero sobre todo con una nueva manera de ver la vida, regresa a Galicia, a Vigo, a aquella casa de tejado rojo en Coia y a sus otras casas de aquellos años, donde llovía como solo llueve en el pasado y en las novelas y en la infancia.

Regresa el caminante impenitente, pero también el reportero que ha cubierto mil guerras, el viajero, el poeta, que asoma aquí y allá, en numerosos retazos de su libro. Pero regresa sobre todo el Alfonso lector, que mantiene un continuo diálogo con los escritores que le han ayudado a comprender el mundo. Regresa como Ulises para redescubrir con nuevos ojos los viejos paisajes.

El libro viene siendo un diálogo permanente con sus recuerdos “tenía que volver a hablar con el niño que fui”, y con una Galicia que ya no existe, un camiño de volta que inicia como los peregrinos medievales, para contemplar de nuevo ese paraíso románico labrado por el Maestro Mateo que es El Pórtico de la Gloria.

Luego continúa el viaje sin rumbo fijo, recogiendo con pasión de antropólogo los miles de historias que configuran el pasado de villas y pueblos, nuestro subsuelo ancestral. Historias a veces increíbles pero siempre unidas al ancla profunda de Galicia por una sólida cadena.

En Noia visita su cementerio medieval y en Fisterra evoca a aquel vendedor de Biblias, George Borrow, que estuvo a punto de ser fusilado. El recorrido por la Costa da Morte está lleno de evocaciones: Vimianzo, Moraime, Trece, el Cementerio de los ingleses, que recuerda la tragedia del Serpent, Camariñas, Camelle, Punta Nariga, donde le sorprende la geometría triangular del faro de César Portela, el Roncudo….

Para contemplar A Coruña se pone las gafas de Otero Pedrayo Galicia. Guía espiritual de una tierra, y ya con ojo propio observa la granja que no pazo de Meirás, y aquella Torre Quimera a la que doña Emilia se retiraba para leer y escribir. El lugar perfecto para hacer un recorrido por la literatura española y francesa del siglo XIX.

En Mondoñedo las nieblas cunqueirianas hablan latín, y en el viaje a la Galicia interior se acerca a la ciudad de Lugo y su muralla de la mano de José María Castroviejo, y al Courel siguiendo los versos de Novoneyra.

Después de revisar recetas gastronómicas con Cunqueiro y Castroviejo se dirige a Irimia, al nacimiento del Miño, el gran río gallego, que lo arrastra hasta un Ourense, donde Conde Corbal y Santiago Lamas, junto al Blanco Amor y Otero Pedrayo, le sirven de guía.

Siguiendo la ruta sur de entrada a Galicia visita Verín y el Couto Mixto, antes de regresar a Carballiño, el balneario al que iba con su abuelo, a Ribadavia, la cuna del Ribeiro, para cerrar el círculo en la desembocadura del Miño, A Guarda, desde donde se acerca por Baiona a su Vigo natal.

Vigo es como su Howards End, donde guarda sus tesoros infantiles y sus demonios familiares. También finalmente la reconciliación con su padre, porque al fin y al cabo el tiempo corre más que su antiguo Citroën Tiburón, y la emoción acaba inundando el jardín de las hortensias.

Mezcla de crónica, reportaje, poema, desafío, confesión, novela, Cuaderno de viaje al país natal es un libro único y extraño. Un homenaje a la amistad, esa especie a proteger, y a un país. Toda la Galicia que nos importa está dentro.

César Portela y yo trataremos de sacar de la mochila de Alfonso Armada las múltiples notas olvidadas, trataremos de ofrecer a los asistentes las guindas más sabrosas de este nuevo regreso a Ítaca. Será, sin duda, una amena travesía. Ahí nos vemos.

* Historiador