Avecilla insiste: en el PPdeG, aparte de que echen mano del tópico ese de que “la encuesta que vale de verdad es la del recuento de los votos” el día 28, ya se preparan para el terremoto del suroeste. Y, además, cara al sudeste se revisan cuidadosamente, ante la perspectiva, todos los juramentos, promesas y vigilias que hicieron algunos acerca de que los jacomitas. Sí, cogno, lo del “no pasarán”. Un PPetrucio comentó ayer mismo que “las palabras se van con el viento”. ¿Eh...?
Y es que los cálculos puede que no salgan en casi ninguna parte. Y ya se ensayan los movimientos que en su día contó Anacleto, sobre todo desde el sector urbanita del centroderecha. Porque si los sondeos, y los trakings de aquí al sábado no cambian el panorama, habrá reacciones. Y rodarán cabezas a nivel provincial y local. E incluso es posible el milagro de que algún poncio conjugue el verbo dimitir. Aunque les queda la esperanza de un milagro. ¿No...?
Por cierto: Vox parece que podría poner una pica algo mayor que las de Flandes aquí en la Galicia municipal, sin descartar incluso presencia en al menos dos capitales. Y si eso fuere así, el PP reconquistaría –si traga y pacta– quizá una city. En cuanto a los del club de los pequeñitos, las van a pasar canutas: los tiempos vienen duros, y como pueden competir en ofertas con los grandes, acaso logren un edil aquí, un par allá, pero en general no decisivos. Sueños aparte.
Los que no se creen casi nada de la perspectiva son los de lady Ana. Que suben, yes, pero sin el espectacular incremento que esperaban los más optimistas. Aunque ese alza va a servir para incrementar las facturas –políticas...– por los futuros pactos. Habrá más tenientes de alcalde –a falta de coroneles– y vicepresidentes de otras instituciones. El agente secreto asegura que por esa banda se acabaron los tiempos de escasez. ¿Capisci...?
