Mira Vigo

Retratos augustos: Leví Olivares

Retratos augustos:  Leví Olivares

Retratos augustos: Leví Olivares

Fernando Franco

Fernando Franco

Leví Olivares, hijo de personas sordas, sobrino de aquel padre Carlos que fundó la Misión del Silencio. Es un CODA como la película de los Oscar, orgulloso de su familia, de su educación y de su entorno, siempre muy vinculado al mundo social. Ahora se define como profesional de apoyo y se emociona mientras nos habla de situaciones que viven las personas con discapacidad intelectual en el rural, los casos que se acompañan en contextos de vulnerabilidad, personas que aún viven realidades de exclusión muy cerca de nosotros. Habla de la salud mental con menos medicación, de personalizar y de adaptar los apoyos que necesitan. Lidera Evdgalicia y acompaña procesos de cambio para que esa realidad de exclusión se convierta en una oportunidad de inclusión.

(Foto Augusto

Rodríguez)

De cháchara con la Peña Gudelj, en su 26 cumple

Ya son 26 los años en han ido encaneciendo las gentes de la Peña Gudelj, que el otro día volvieron a reunirse en el hotel Coia, en su comida anual. Con orgullo digo que soy socio de honor aunque no sé nada de fútbol, así que me alegró ver cómo el martes se reunieron en torno al jugador unas 150 personas que al tiempo celebraron este aniversario de la peña y el centenario del Celta. Por celebrar, que no quede nada en la reserva. Estaba la presidenta, Carmen Igesias, claro, pero también exjugadores del Celta como Carnero, Sánchez, Rodilla, Valdo, Manolo... el presi de honor Manolo Pérez, peñistas como Manolo Muradas, Moncho Ortiz, José A. Carpintero... ¡Qué quieres que te diga, aquello fue una explosión celtista! El 16 de julio de 1991, un delantero yugoslavo al que se venía relacionando con el Celta desde hacía días pisaba Vigo por primera vez. El 1 de septiembre de 1991, con Txetxu Rojo en el banquillo y ante el Lleida de aquella liga, pisó Balaídos y, desde entonces --258 partidos y 113 goles– pasaron 32 años y muchas cosas que le hicieron un vigués distinguido.

A Gonzalo Prado, vigués: la vida comienza a los 50

Quizás sea verdad esa afirmación de que la vida comienza a los 50 porque lo anterior solo han sido prácticas así que ¡felicidades Gonzalo Prado Álvarez, que los cumples mañana! Si es verdad todo lo que me dicen apologetas tuyos como Nuria Borrega o Álex Fernández, y ya no te digo Pablo Benavides, o Alberto Rodríguez y su tronka Susana Rodríguez, te diría que de mayor quiero ser como tú aunque es imposible: no solo por tus cualidades, sino porque ya lo soy. Sé que eres tan vigués como el Celta, como tus dos mellizos, Alejandro y Adrián, que juegan en el Areosa, como tu mujer de siempre Marta de los Bueis (un feliz matrimonio long play), y sé que hoy te van a hacer los tuyos una fiesta en Raxó. ¡Buf! Hiciste bien en poner “Teloarreglo” como nombre a tu tienda porque me parece que es una proyección de lo que tú eres en la vida según cuentan tus mentores. Vas al pabellón de As Travesas donde juegas al squash y te conocen hasta las piedras, como en el círculo de fútbol donde llevas a tus hijos o cuando pasas por Príncipe y solo falta que te saluden la gaviotas. Eres un trabajador por el día y el tipo más festivo cuando os toca salir por a noche, en la que eres capaz hasta de bailar breakdance en pista. Y nosotros nos alegramos cada vez que encontramos un vigués en ejercicio, alegre y currante.