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Carmen Martínez-Fortún

Igualdad y sus delirios

El ministerio de Irene Montero

Corresponde al Ministerio de Igualdad conseguir la igualdad entre mujeres y hombres, la prevención y erradicación de la violencia contra la mujer y la eliminación de toda discriminación por sexo, origen racial o étnico, religión o ideología, orientación sexual, identidad de género, edad, discapacidad o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. Por eso cabría esperar del mismo una lucha eficaz y constante contra la violencia que este año ya ha causado 30 feminicidios, mas, aunque no quiera hacer demagogia con esta lacra, afirmo que su ya reformada ley del solo sí es sí más parecía actuar a favor de los violentos que en su contra. También sería exigible una alerta continua contra el rechazo a cualquier persona por su color o condición sexual, lo mismo que por su lengua materna, sus creencias religiosas o sus opiniones políticas. Dado que no consta información alguna sobre el disgusto de dicho ministerio por el trato violento dispensado a los chiringuitos electorales de Vox ni a los escraches a sus dirigentes cuando se han producido, ni se conoce ninguna protesta acerca del desigual trato al castellano en las escuelas catalanas y vascas, es lícito pensar que las actuaciones del ministerio son totalmente interesadas, cuando no directamente sectarias.

Semejante conclusión es grave, pero más grave es si cabe, que no lo sé, constatar las prioridades del equipo, por llamarlo de alguna manera, de Igualdad. Pues estas, a tenor de la actividad de sus dirigentes, no son, amigo lector, la falta de oportunidades de los vulnerables ni otras menudencias de poca enjundia. Contra lo que claman ellas llenas de santa indignación es contra los terribles delitos machistas de regalar una Termomix y productos 0% en la Carrera de la Mujer de Madrid, que se tenían que haber regalado Satisfyer matafascistas. Lo mismo que el hecho infamante de que no haya diputados gordos, que es lo que le quita el sueño estos días a Pam.

Alguna vez nos preguntaremos cómo fueron posibles semejantes delirios. Espero que por nuestro bien sea pronto.

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