Ilustres

Miradas al patrimonio de Ourense: Melón

Miguel Ángel González García

El municipio de Melón pertenece a la comarca del Ribeiro. Se sitúa a 37 kilómetros de la capital orensana. El término municipal está atravesado por la Autovía de las Rías Bajas A-52 y por la carretera N-120 entre los pk 600 y 609. El relieve del municipio es montañoso, entre cuyas elevaciones discurren pequeños ríos de la cuenca del Avia: Outeiro, Cerves, Cortella y Bouzas. Por el oeste se alza la Serra do Faro de Avión (1155 metros), que hace de límite con la provincia de Pontevedra, mientras que por el sureste encuentra la Serra da Chan de Moeiras (798 metros), también limitando con la provincia de Pontevedra. Esta orografía montañosa se puebla de bosques que permiten la existencia de algunos aserraderos, pero también hay zonas donde se cultiva la vid con éxito, que con el maíz han sido los productos que con la ganadería han sustentado la economía de sus gentes. Su historia va unida a la del monasterio cisterciense fundado en 1142 gracias a la donación de Alfonso VII de un gran coto formado por las poblaciones vecinas. Los monjes provenían de Clairvaux (Francia). Monasterio que alcanzó notable riqueza y prestigio expresado en la fábrica de una rica iglesia y edificio monástico. Y condicionó el vivir de toda la zona. En 2022 tenía una población de 1037 habitantes. Al constituirse los primeros ayuntamientos en 1821 ya figura Melón como tal. En la división de 1835 sigue figurando con las dos parroquias que sin variación lo han constituido hasta el presente con 28 entidades de población, algunas ya despobladas. Casa ayuntamiento moderna de cantería. Eclesiásticamente hasta 1958 perteneció a la diócesis de Tui y desde entonces a la de Ourense, al hacer coincidir los límites con los provinciales. Escudo municipal: De azur, un báculo de oro flanqueado por dos cruces floronadas de oro y en la punta de ondas de plata; sobre el todo, una banda ajedrezada en dos órdenes de plata y gules. Aprobado por Real Decreto de 25 de junio de 2004. Se justifica en la heráldica del monasterio.

No se conocen restos arqueológicos y las únicas actuaciones de este tipo tienen que ver con las ruinas del monasterio.

Patrimonio artístico

Sólo cuenta este concello con dos parroquias, pero la iglesia de Melón es arquitectónica de las más sobresalientes de la provincia.

Melón, (Santa María). La Iglesia monasterial es la actual parroquial, monumento nacional desde el 3 de junio de 1931. Terminada hacia 1230 Reducida al crucero y cabecera por haberse arruinado en el siglo XIX la nave principal que hubo de suprimirse cerrándose con una fachada de cantería lisa con una puerta de arco gótico y una ventana también neogótica. A mano izquierda, una torre de planta cuadrada que también ha debido de ser en parte rehecha, afectada por un rayo. La iglesia es muy semejante a la de Santa María de Oseira aunque de dimensiones más reducidas. La cabecera consta de una capilla mayor semicircular que cierra un tramo recto donde se sitúa el presbiterio, con elegantes arcos apuntados conformando una girola en la que se abren tres capillas radiales, la central en el siglo XVIII modificó su parte semicircular convirtiéndola en cuadrada, conservando el tramo recto. A ambos lados del deambulatorio se abren dos capillas, igualmente de tramo recto y cierre semicircular, muy frecuentes en las iglesias cistercienses peninsulares características de la arquitectura borgoñona. El crucero es amplio y pronunciado y adosado a su muro norte existe una capilla de pequeñas dimensiones de una sola nave de dos tramos y cabecera semicircular precedida de un tramo recto, dedicada al Santo Cristo. Las cubiertas resueltas con bóvedas de crucería cuatripartitas con nervios de bocel liso que corresponde al edificio del siglo XIII y los dos tramos del brazo sur se cubren con bóveda de crucería estrellada, del siglo XVI con la clave central con el escudo de la congregación de Castilla. El tramo central también con bóveda de crucería estrellada de la misma época y la nave central de gran altura con bóveda de crucería estrellada. Importante el patrimonio mueble de retablos e imágenes. Hay que destacar los retablos de la Inmaculada y San Miguel de piedra del año 1782 y barrocos de madera dorada son los demás con buenas tallas también barrocas de santos de la orden y otros. Vírgenes góticas en piedra, valiosa la talla del Ecce Homo y la de la Asunción. Sepulcros y laudas funerarias. La tabla del XVI con la Virgen de las Candelas y dos ángeles es de las mejores pinturas de la provincia. Cruz procesional del XVIII y custodia de José Larreur Madrid 1791. También buenos ornamentos del siglo XVI. El monasterio tras la desamortización pasó a manos privadas sufriendo un grave deterioro, adquirido por la Diputación en 2011, esta lo cedió al concello y se comenzó una lenta recuperación de claustros y dependencias todas ellas de alto valor arquitectónico, con ricas bóvedas y crucerías del siglo XVI. Al monasterio da acceso un solemne arco renacentista entre dos torreones cilíndricos, medallones con San Bernardo y San Benito, escudos de la orden e imagen pétrea de la Virgen del siglo XVI. Cuenta con dos claustros en parte derruidos, todas las dependencias obligadas de la arquitectura monacal. Capilla de San Benito de la Fuente Santa, también llamada del Retiro. de una nave, espadaña de un hueco y cabildo, construida cerca de una fuente tenida por milagrosa y objeto de mucha devoción popular. Retablo del siglo XIX, buena talla del santo titular.

Quins (Santa María). Iglesia del siglo XVIII de una nave abovedada, espadaña de dos huecos. Tallas barrocas del crucificado, San Bartolomé y otros santos malamente repintados. Cruz procesional del siglo XIII y custodia de sol del año 1778. Capilla de San Pedro de Covelo. De sencilla planta y tipología tradicional.

Patrimonio etnográfico

Muy importante el patrimonio etnográfico. En la parroquia de Santa María de Quins, se encuentra una de las mayores concentraciones de canastros de toda Galicia. En una pequeña loma, en lo alto del pueblo de unos 4.000 m2, se localizan hasta 24 de estas construcciones, agrupadas en dos grupos de 10 y 14. Unos y otros separados por una superficie despejada donde se ubican tres cruceiros simulando el Monte del Calvario. Y en el centro del barrio de O Casal, encontramos otro conjunto de hórreos que suman un total de 19 ejemplares, de diferentes tipologías, pero todos básicamente de granito y madera. Otro conjunto de tipología diferente y planta circular en la aldea de Vivenzo. Antiguos molinos harineros situados en Ponte da Cachoeira, en el curso del río Outeiro.

Interesante la arquitectura popular, casas de granito que van quedando abandonadas, como la entera aldea de Codesás, que sin embargo ofrece una hermosa experiencia al visitante. Dos puentes del siglo XVIII suman también interés etnográfico, el situado en A Ponte, en Coto grande, y el otro sobre el río Cortellas, llamado Ponte Semelón, con un solo arco, con un ligero apuntamiento propio de los puentes del siglo XVIII. Un tercero sobre el río Cerves desapareció recientemente. Los tres los construyó el monasterio.

Cruceiros. Son 28 los que se localizan en el municipio. 12 en la parroquia de Melón, entre ellos un calvario de tres cruces en la rúa Calvo Sotelo, y otro adornado con faroles e O Tourón. 16 en la de Quins, también uno Calvario de tres cruces en un altozano cercano al pueblo y otros dos a los lados de un valioso peto de Ánimas en el lugar de Codesás fechado en 1851.

Naturaleza. El río Cerves en su descenso hasta Melón forma atractivas cascadas y pozas que en el verano se utilizan para el baño. Las fervenzas de Touron, con debido acondicionamiento,, son otro atractivo natural de gran belleza.

Fiestas. En Covelo se celebra la fiesta de San Pedro, con actos religiosos y profanos y también las de la Asunción y San Roque en Quins en agosto y San Antonio en junio. En junio, la de San Juan en Negrelle. En Melón, las del Corpus y la Santa Cruz y San Benito en la Fonte Santa. De San Bernabé, en Vivenzo, el 8 de junio, y en Barcia, en mayo, la del Santo Cristo.

El Carnaval. Entre Barcia y Vilaverde en Melón se celebra de modo intenso y peculiar, y en Covelo, Carlos Fidalgo hace años que heredó de su padre Constantino la responsabilidad de salvar cada año la corona del Rei do Entroido, para que perdure la fiesta. Montando a caballo, lucha primero contra los danzantes y después contra los soldados a lo largo del recorrido que realizaron desde la zona de O Regueiro, en el pueblo de Covelo (Melón), hasta el Coto da Raña. Abren el séquito real, Santo Entroido y Santa Entroida, que conducidos en carro por el porteiro y arrastrado por dos vacas. Les acompañaban también los tradicionales personajes del juez, el bobo y el procurador, además de los soldados y danzantes, y seguidos de numerosos vecinos y visitantes. Se trata de una celebración de las más ancestrales de la provincia en la que participan, de una manera u otra, todos los vecinos de este pequeño pueblo de Melón, preparando a los santos entroidos, ofreciendo aperitivos o participando directamente en la representación. Una verdadera singularidad. Gastronómicamente celebra desde el año 2009 una fiesta relacionada con la fruta que tiene su nombre.

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