Por qué lo llaman humor

Las burlas a la Virgen del Rocío en un programa de televisión

Carmen Martínez-Fortún

Carmen Martínez-Fortún

El programa Està passant de TV3 ha conseguido notoriedad en todo el resto de España al burlarse de la Virgen del Rocío, pues hasta ayer poca gente conocía al presentador Toni Soler, agitador del Tsunami Democràtic y pintoresco ser que le ha contestado a Juanma Moreno que espere sentado las disculpas por la parodia.

En la pretendida humorada, la falsa virgen, con un acento andaluz que ridiculizaron los presentadores, se quejaba por no haber podido echar un polvo como Dios manda en 2000 años debido a su lujoso traje, barroco lo llamó Soler, mientras el otro, Jair Domínguez, con quien la supuesta imagen coqueteaba al grito de que estaba más caliente que el palo de un churrero, destacaba la austeridad de su Moreneta, que eso sí que es una virgen y no la andaluza, dónde va a parar.

Una entiende que el mencionado programa ha logrado su objetivo que no era en modo alguno amenizar la noche de sus espectadores, sino ofender, escandalizar y humillar, no con gracia quevedesca sino con carcajada de hiena. La broma era espantosa, de mal gusto y sordidez extrema, demostrativa de que la izquierda desde siempre tiene un problema no resuelto con el respeto a las creencias cristianas, que, por ejemplo a las musulmanas, las mima sin complejo. Sería otra blasfemia dolorosa para los creyentes que en un estado aconfesional tal vez –no sé– habría que aguantar por la libertad de expresión o los tan imprecisos límites del humor. Lo que ocurre es que por debajo del mencionado ataque late toda la ideología del conflicto, el desprecio a quienes han señalado como enemigos, y el hostigamiento al resto de españoles, en toda la línea del nunca acabado procès.

Por eso, que Oscar Matute –casualidad de casualidades– considere el sketch como mero humor, lo desmonta el hecho de que otro colaborador del programa, de nombre Òscar Andreu, haya rematado en Twitter con un argumento tan contundente como esclarecedor: “Digamos no dar explicaciones todo el rato a los españoles”.

Solo me queda concluir con esta pregunta: ¿Por qué lo llaman humor cuando quieren decir odio?

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