TRIBUNA LIBRE

Las heridas de la infancia y la pareja

Isabel Calle*

Desde la ciencia de la psicología se sabe que las experiencias de la infancia repercutirán en las relaciones de pareja, tanto las positivas como las negativas. Y algunas heridas sin cicatrizar perjudican los vínculos que se establecen entre ambos. Las más frecuentes son las pérdidas de seres queridos, que puede ser tan dolorosas y crear traumas en el niño, afectando a su capacidad para establecer relaciones emocionales con los demás a lo largo de su vida.

El abandono emocional es la herida que se genera cuando un niño está carente del apoyo emocional necesario para expresar sus emociones y conectarse con los demás. La separación o divorcio de los padres llega a ser traumático, pudiendo desarrollar problemas de compromiso y apego para las relaciones futuras. La falta de autoestima es la herida que desarrolla un humano que no ha tenido la valoración, el apoyo y el amor suficiente a lo largo de la infancia, y puede afectar de forma importante a sus futuras relaciones. Los abusos emocionales, sexuales o físicos, les impiden establecer relaciones saludables y les trastornan la capacidad para confiar en los demás.

La terapia psicológica puede ser muy útil para que estas personas sanen esas heridas y puedan construir relaciones más saludables a lo largo de la vida. De hecho un alto número de separaciones son consecuencia de no haber cicatrizado el dolor de la infancia. El proceso de sanar puede ser un proceso difícil y largo, pero con grandes beneficios para las relaciones de pareja y sociales. Algunas personas desarrollan adicciones, como las drogodependencias, al sexo, alcoholismo, ludopatía y también psicopatologías, la depresiva, fóbica, ansiedad, estrés, depresión, psicosis. Acoso y violencia doméstica. Otras son víctimas de autosabotajes, o tienen pérdidas cognitivas, falta de memoria, confusiones, dificultades de aprendizaje, torpeza para habilidades básicas, abandono de estudios.

Cada persona es única y tiene unos patrones específicos, sin embargo existen unas pautas que contribuyen a sanar. Buscar ayuda profesional en el psicólogo, ya que al sufrir heridas emocionales profundas, el terapeuta experto te ayuda a identificar las raíces de los problemas y la interrelación con otros factores de la personalidad y la experiencia. Entre ellas es muy valioso reconocer y aceptar las heridas emocionales, como un paso clave para abordarlas. Una prioridad es no autocriticarse ni juzgarse, practicar la amabilidad con tu interior, la compasión, la paciencia de no quererlo todo al momento, además de darte permiso para experimentar tus emociones sin sentirte culpable de esas heridas. Es también muy beneficioso aprender habilidades de comunicación efectiva, para expresar deseos, emociones y necesidades en tus relaciones de pareja y amigos, claras y saludables. También es nuclear en tu persona, el hecho de cultivar la autoestima y confianza que irán creciendo y desarrollándose para conseguir más seguridad. Y valorando los impactos positivos a lo largo de la vida y en las diferentes facetas vitales por donde transites, tanto las sociales, deportivas, laborales y familiares como tu propia evolución autoconocimiento y salud física y mental.

*Psicóloga

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