El Barça, otra víctima del fallido ‘procés’

Hace más de medio siglo del hallazgo-invención de aquello de “el Barça es más que un club”, tan citado últimamente. Aunque el descubrimiento se debe, como es sabido, al presidente del club de entonces, un franquista de pro. Si bien fue Manuel Vázquez Montalbán, filocomunista genial, el que afiliándose al concepto a la vez que teorizaba sobre él, cerró el círculo haciéndolo transversal y totalizante. El Barça pasó a ser desde entonces, además de un club de fútbol, un ectoplasma, un aura, como las que rodean las cabezas de los santos, un intangible tan valioso que justificaba cualquier cosa que se hiciera para mantenerlo en el lugar más elevado del altar. De esa totalización algo totalitaria, que ha llevado a hacer fastuosos fichajes, vienen al final los “todo vale”, con más razón en cosa de árbitros, siempre sospechosos de trabajar para el enemigo (“así, así, así gana el Madrí”).

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