ilustres

Miradas al patrimonio de Ourense: Vilamartín

Miguel Ángel González García*

Situado en el valle central de Valdeorras en la cuenca del Sil, que es el elemento geográfico definidor de la geografía y de la historia de este municipio, que posee una serie de casas blasonadas y de iglesias con interés, que se añaden a las evidentes atracciones que tiene el municipio desde el punto de vista deportivo y de naturaleza, favorecido por el embalse de Valencia do Sil. La Nacional 120 es la principal vía de acceso y comunicación, con carretas comarcales y locales que relacionan las diversas poblaciones del municipio. Se sitúa a 90 kilómetros de la capital de provincia. Eclesiásticamente pertenece a la diócesis de Astorga. Tiene una extensión de 88 kms cuadrados y en 2022 su población era de 1.825 habitantes. Relieve accidentado siendo el punto más alto el pico Cónegas de Abedul con 1.446 m. La Sierra de la Encina supera los 1.400. La vid es la principal producción, con afamadas bodegas de la DO Valdeorras. Durante breve tiempo fue cabeza de partido judicial hasta 1843, en que O Barco le sustituyó en la capitalidad. Forma parte de la Mancomunidad de Valdeorras. La casa del ayuntamiento es un edificio moderno de tres plantas. Escudo municipal aprobado en 1991, cortado: 1º partido: a) de oro, cruz trinitaria formada por un palo de gules sobrepuesto a un travesaño de azur; b) de plata, seis roeles de azur; 2º de plata, una vid arrancada de sinople, frutada de púrpura, sobre ondas. Va timbrado con una corona real cerrada. En el siglo XIX para Vilamartín las Cortes de Cádiz tienen relevancia histórica, por participar como diputado el abad Ruiz de Padrón.

Patrimonio arqueológico

Se conservan algunos testimonios de la prehistoria, material lítico bifaces, raederas, lascas o núcleos todos ellos, en su mayoría de cuarcita, disperso por las terrazas del río Sil. De la edad del Bronce, petroglifos en Penas dauga, con un gran laberinto, Alto dos Pindos y Valdegodos, alto dos Castelos en Correxais y evidencias de poblaciones castrexas de los gigurros (O Castelo de Valencia. A Madalena en Vilamartín en la parte montañosa del concello, Enterramientos aquí llamadas medorras, que se agrupan en extensas necrópolis de las que en este ayuntamiento se localizan en los montes de Cereixido y Busdei una buena muestra... pero lo más destacado, como sucede en gran parte de los municipios de esta zona, es el paso de la importante Vía XVIII de época romana, que tuvo mucha trascendencia como eje comunicador de las explotaciones auríferas de Montefurado y las Médulas, existiendo también este tipo de explotaciones en este auyntamiento en As Barreiras (Córgomo), Valdegodos y la Pala (Vilamartín), O Pedragal y el Carril (Portela) o la Cova dos Mouros en Arcos). El ara de Vilamartín dedicada al dios Porolus por Marco Emilio Lepidino se conserva en el Museo Arqueológico de Ourense.

Patrimonio arqueológico

Son 11 las parroquias con iglesia y algunas capillas. Arcos (San Lourenzo). Iglesia de siglo XVIII- XIX aprovechando elementos y sillares de la anterior. Sobre todo, es curioso e importante el arcosolio, quizá de un sepulcro, interesante obra del siglo XVI que se colocó en la fachada, sobre la puerta. Espadaña de dos cuerpos. Retablo lateral barroco salomónico. El mayor neoclásico.

Arnado (San Clemente). Iglesia del siglo XVIII con espadaña de dos cuerpos con tres huecos de medio punto. Construcción de planta rectangular integrada por dos cuerpos, el presbiterio más elevado en la parte posterior y el ábside anterior, ejecutada en cantería, de piedra roja y espadaña en su frente con dos arcos de medio machón arquitrabado en el tercio superior y remate en frontón triangular con vano en arco.

Cernego (San Víctor). Iglesia del siglo XVIII-XIX con espadaña de dos huecos. Retablo mayor del siglo XVIII de estípites tres calles y dos cuerpos. Hermosas tallas barrocas de la Inmaculada y San Victorio y otra anterior del mismo santo del siglo XVI, Santa Águeda siglo XVII. Retablo lateral de San Antonio siglo XVII. En el lugar de O Robledo capilla muy renovada.

Córgomo (Santa Marta). Iglesia del siglo XVIII con torre de planta cuadrada. Se conservar un capitel románico que evidencia la existencia de un templo anterior de ese estilo. Interesante el retablo mayor grande de principios del siglo XVIII. Imagen de Santa Marta barroca, así como un Crucificado en el mismo retablo. En el retablo del Rosario, barroco de estípites. Escena de la Virgen entregando el Rosario a santo Domingo y Santa Catalina interesante.

Correxais (San Pedro). Sin duda es el lugar más interesante desde el punto de vista patrimonial. Ocupando un lugar privilegiado desde el que se observa todo el valle de Valdeorras. En el siglo XVIII se estableció un convento de Trinitarios que fueron de notable influencia en la zona. El edificio conventual maltrecho tras la desamortización espera una rehabilitación. La iglesia del siglo XVI con ampliaciones posteriores es de tres naves y torre cuadrada a los pies. Bóvedas de madera con pinturas barrocos. Importantísimo el retablo Mayor del siglo XVI, obra del pintor Jerónimo de Salazar dentro del estilo manierista. Otros retablos barrocos con tallas valiosas como el Cristo yacente, San José o una Virgen con el Niño atribuida a José Ferreiro. El convento de Trinitarios se establecido en 1698. Fue el único elemento de difusión cultural de la comarca de Valdeorras, en 1717 comenzaron las clases que pervivieron hasta la desamortización. Capela de Penouta. De planta rectangular con muros de sillería irregular en su fachada principal y cantería en los laterales. La puerta de acceso con arco de medio punto y dos ventanas a los lados. Cubierta a dos aguas con techo de pizarra sobre un armazón de madera rematada por una espadaña de dos huecos que aloja ambas campanas y rematado en frontón triangular con un hueco. En su frente, cabildo de madera apoyada en la fachada y sendas columnas de hormigón, que soportan una cubierta a tres aguas de pizarra. En el 2004 sufrió un incendio y perdió la venerada imagen de San Benito.

O Mazo. (San Antonio). Iglesia de carácter popular y una sola nave. Espadaña de dos huecos revestida de pizarra. Imágenes devocionales y de arte industrial.

A Portela (San Xulián). Iglesia del siglo XVI con reformas posteriores y algún resto de época románica. Torre troncopiramidal. Tallas barrocas y bajo una arcada pintura del siglo XVI con la representación del Calvario. Retablo de San José, barroco muy necesitado de restauración. La imagen del Santo de bastidor siglo XVIII. En el lugar de Baxeles pequeña capilla de arquitectura popular.

San Miguel do Outeiro (San Miguel). Iglesia del siglo XVIII con espadaña y capilla mayor de mayores dimensiones. Retablo mayor del siglo XVIII y tres retablos laterales, interesante la imagen de San Miguel.

San Vicente de Leira (San Vicente). Iglesia del siglo XVIII, con espadaña a los pies de tres huecos. Interesante retablo de estilo rococó, necesitado de restauración. Imagen del San Vicente del siglo XVII y una Inmaculada y San Antonio del siglo XVIII.

Valencia do Sil (San Bernabé). Iglesia del siglo XIX con espadaña de tres huecos. Conserva una pila visigótica como pila de agua bendita y una notable imagen de Santiago Peregrino del siglo XVI y otra barroca de Santa Lucia.

Vilamartín de Valdeorras (San Xurxo). La iglesia es moderna sin especial interés tras el incendio de la anterior en la época republicana. Pero posee una talla barroca de San Antonio y dos espléndidas del siglo XVII de la Dolorosa y San Juan de un Calvario y buena orfebrería. En una plaza Monumento al Vilamartinés ausente, inaugurado en 1990 del escultor Pedro Dobao.

Etnográfico e inmaterial

Son interesantes las leyendas que se localizan en término de este concello referentes al oro de las aguas del Sil o los valientes caballeros que acudieron a Valencia do Sil para salvar a tres princesas cautivas de un moro y convertidas en tres piedras blancas, que todavía esperan su desencantamiento. Pequeños pazos: en A Portela, los de Camba y Valcarce, o de Arcos, o de la Sierra de Quiroga en San Miguel y el de Arnado construido en forma de Castillo por el Conde de Torre Penela en el siglo XIX. Con escudos de armas y airosas galerías en sus fachadas, constituyendo interesantes ejemplos de arquitectura civil. No es zona de cruceiros, en la capital municipal hay uno en una rotonda, plaza Rosalía de Castro, moderno con una figura de una aldeana sentada al pie. En la parroquia de Arcos, en un establecimiento hotelero, otro también moderno con el Descendimiento. En la de Arnado, el más antiguo del siglo XVIII, con una hornacina entre los brazos. En la Residencia Virgen de los Milagros, otro esbelto con un Pousadoiro delante, son obra de canteros locales. Abundantes testimonios de arquitectura popular destacando las más de 400 cuevas o bodegas destinadas a la conservación de los vinos. La visita de alguna de ellas puede ser atractiva. Entre las fiestas que se celebran, además de la feria del día 24 de cada mes, destacaremos la Festa da Familia en honor de Santa María Magdalena, el 22 de julio, con comida campestre y actividades variadas, y los magostos en Baxeles, el día de San Martín. Carnavales notables con desfile de folions y festa das sopas de allo. También destacar la noche de San Juan y la fiesta das covas, con degustación de vinos. El Bañadoiro, a orillas del Sil, es la zona recreativa con instalaciones deportivas entre las que se incluyen piscinas y campo de fútbol, además de un parque infantil y zona de merendero, además el puente colgante metálico que atraviesa el Sil.

(*) Director del Archivo Diocesano

Suscríbete para seguir leyendo