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Microsoft despide, ¿qué hará Apple?

Martí Saballs Pons

La ciudad de Albuquerque, la más poblada del estado de Nuevo México, es conocida principalmente por dos razones: haber sido centro de investigación para el desarrollo de bombas nucleares y por el nacimiento de Microsoft en 1975. Fue en ese año donde Bill Gates y Paul Allen iniciaron una de las dos empresas que siguen liderando la revolución tecnológica del planeta. Al menos, en valor de mercado. La otra, Apple, se fundó un año más tarde por otros tres jóvenes 'techies': Steve Jobs, Steve Wozniak y Ronald Wayne. La rivalidad y respeto entre estas dos maneras de entender el software empezaba. Hoy Apple tiene un valor de 2,1 billones de dólares frente a 1,75 de Microsoft. Alphabet/Google y Amazon les siguen muy a lo lejos.

Reconvertido Bill Gates en gurú y filántropo, alejado de cualquier responsabilidad ejecutiva, Microsoft ha seguido creciendo hacia otros negocios. Fallecido Steve Jobs, las dudas sobrevolaron la capacidad de Apple para seguir reinventándose. Lo logró. Sus primeros ejecutivos: Satya Nadella y Tim Cook han mantenido, incluso superado, el legado. Mientras Microsoft transiciona su negocio desde el desarrollo de Windows hasta las inversiones en la 'start up' OpenAI, creadora del robot ChatGPT que ha empezado a popularizarse estos últimos meses, capaz de responder preguntas de casi todo tipo; Apple ha pasado del Mac a ser referente del negocio de la telefonía móvil a través del iPhone.

Las dos empresas tecnológicas más valoradas del planeta están enfrentándose a la desaceleración económica con distintos planteamientos... por ahora

Microsoft anunció esta semana que despedirá a 10.000 empleados, reduciéndose la plantilla a 211.000 personas. Con esta decisión se une a anuncios similares realizados por las principales empresas tecnológicas –Amazon anunció despidos de 18.000 personas sobre un total de 1,6 millones de empleados– para hacer frente a la desaceleración económica y caída de los beneficios. Microsoft, que en 2014 empleaba a 128.000 personas en todo el mundo, fue una de las empresas más beneficiadas por la pandemia. El teletrabajo y sus requerimientos tecnológicos fueron la causa de su crecimiento. Sus clientes necesitaron invertir en tecnología –igual que los hogares gastaron en ocio– para enfrentarse al nuevo escenario laboral.

¿Y Apple? Sigue sin anunciar despidos. Inversores y analistas están a la espera del 2 de febrero, fecha en que anunciara sus resultados del último trimestre, para ver ver si decide eliminar algunos de sus 164.000 empleados. Apple, a diferencia de Microsoft, tiene otro resorte para reducir gastos: reducir la subcontratación de sus proveedores, fabricantes de los móviles y otros aparatos, que tiene dispersos por Asia, especialmente China e India. El largo plazo importa. Por coger la referencia de 2 de enero de 1993, hace treinta años. Quien hubiera comprado 1.000 dólares en acciones de Apple entonces y las hubiera mantenido, hoy valdrían 245.000 dólares. La misma cantidad en Microsoft representarían hoy 86.000 dólares. Por ahora, la herencia de Jobs supera a la de Gates. La rivalidad está asegurada por unos cuantos años más.

*Director de información económica de Prensa Ibérica

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