Fitur, el turismo amable

Alberto Barciela

Alberto Barciela

El turismo entendido como industria de la felicidad es un concepto que goza de gran aceptación. Se lo escuché por vez primera a Amancio López Seijas, presidente de Hotusa, y uno de los hoteleros más relevantes de España, gallego sabio y una persona sensible a la reflexión, como demuestra al patrocinar eventos como el Foro La Toja.

Fitur 2023 ha propiciado la confirmación de un momento feliz para la primera industria española, con una euforia propia de una pospandemia, unos datos muy próximos al 2019 y unas expectativas razonables, avaladas ya por los espectaculares datos de la temporada alta de Canarias.

Pero, ante un escenario cambiante, con guerra en Europa, una economía inestable, rebrotes de COVID en Asia, ayudas de la UE que no llegan, un Perte que se niega sin explicaciones razonadas y cambios muy habituales en la gestión del turismo español, toda prudencia parece poca.

Un sector maduro conoce muy bien sus necesidades y sabe que no todas sus posibilidades han de aprovecharse con equidad y sentido de la oportunidad. En el turismo subsisten problemas que se han prolongado por décadas: conectividad, desestacionalización, marca España, formación, bajada de impuestos, etc. Se desoyen propuestas como el hub de Iberia, imprescindible para competir a medio plazo y atender las posibilidades del mercado asiático y completar la iberoamericana. El magnífico AVE se retrasa y no cuenta con cobertura de redes en muchos de sus tramos. Los servicios de conexión de ADIF son muy deficientes en muchas estaciones. El sector del taxi adolece de sus males endémicos. Los controles aeroportuarios son un desastre...

Todo puede resultar complejo, pero algo hay que hacer: escuchar a los profesionales y atender con esmero a los viajeros.

En Fitur se ha podido comprobar que la felicidad no es solo una entelequia posible, ni algo que se consiga sin reflexión, trabajo ni esfuerzo. Una de las ferias más importantes del mundo no debe seguir siendo un encuentro de egos, de vips casuales y de políticos que se aplauden y premian a sí mismos y gastan sin medida en estands fastuosos o un espacio en donde teóricos expertos repiten como loros lugares comunes en sus discursos. Mas todos sabemos que unos pocos identificados no pueden oscurecer la buena labor de aquellos que lo hacen muy bien, que son la mayoría.

Fitur 2023 ha sido un éxito de cifras, aunque haya mucho que mejorar en Ifema –gestión de accesos, acreditaciones, limpieza, restauración, inhibidores de coches oficiales que impiden el pago con tarjeta en taxis, ceremonia inaugural, etc.–. Son aspectos básicos en los que cambiar.

El turismo es esencial, una empresa para la que muchos trabajamos y que además de crear riqueza y empleo, de propiciar bienestar, de modernizar ciudades y llenar la España vaciada, de proteger el medio ambiente y de fomentar la modernidad, ha de propender a ser amable. No todo son datos.

*Periodista. Miembro de la Mesa del Turismo de España

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