Sol y sombra

Negacionismo golpista

Luis M. Alonso

Luis M. Alonso

El negacionismo electoral se está convirtiendo en un arma del populismo contra las democracias. Primero en Estados Unidos, por parte de los partidarios de Trump llevando la insurrección al Capitolio; actualmente en Brasil, donde seguidores de Bolsonaro han reaccionado violentamente contra los resultados de las urnas tras haberse impuesto en ellas Lula.

Hay quienes se empeñan en mantener contra viento y marea, lo han hecho otros muchos a lo largo de la historia, que el garantismo y las libertades no se extinguen fácilmente. Ahí están, en cambio, los hechos para probar lo contrario. Las democracias corren peligro asediadas por sus enemigos y no resulta tan difícil como se cree acabar con ellas. En primer lugar, porque a un importante número de ciudadanos parece no importarles la prevalencia del sistema que más se preocupa en amparar la ley, otros desconocen incluso su verdadero significado: entre ellos están los que invocan con frecuencia la llamada "soberanía popular" sobre el resto de las cosas.

El populismo es la fórmula ideal para liderar a los exaltados dispuestos a creerse que existen soluciones simples para problemas complejos. No ahorra argumentos con el fin de guiar al rebaño hacia el enfrentamiento. El enemigo son las élites supuestamente opresoras del pueblo llano que solo atiende al mensaje de las urnas cuando el resultado le resulta favorable. Ese es el mensaje directo de Trump y de Bolsonaro, pero también el de otros, con salsas diferentes y de distinta intensidad aunque todas ellas indigestas: el del expresidente Pedro Castillo, en Perú, que ha llevado a sus seguidores a una movilización violenta en las calles contra su detención tras haber anunciado un golpe de Estado; el de los peronistas que se manifiestan masivamente para pedir la libertad de la expresidenta de Argentina condenada varias veces por robar; el de los separatistas catalanes de los disturbios de Barcelona, o las mismas concentraciones de Podemos rodeando el Congreso o la Junta de Andalucía, para oponerse a la victoria democrática de Moreno Bonilla.

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